El peso del magisterio

Por: Eduardo José Lara

(Enviado por: Educosas.com.mx) 

      En pleno proceso electoral, los maestros de México debemos de analizar con detenimiento las condiciones y circunstancias que se presentan para poder entender la importancia que el gremio tiene para la sociedad y los políticos.

      Las candidaturas a la presidencia de la república ya están definidas en su totalidad, Enrique Peña Nieto, por el PRI y el Verde Ecologista, Josefina Vázquez Mota, por el PAN y Andrés Manuel López Obrador, por la coalición de la llamada izquierda (PRD, PT y Convergencia), candidatos que tienen muy en claro el valor de la participación electoral del magisterio.

      Ahora bien, el mismo magisterio ¿tiene en claro su importancia en el proceso electoral? ¿Comprenden los maestros el valor de su influencia social? o simplemente se acomodan a la vida fácil de seguir línea institucional y mantenerse en las misma condiciones en que el neoliberalismo los ha ubicado, a expensas de las migajas que los gobernantes les quieran obsequiar a modo de limosna electoral, siendo parte de esas migajas, puestos políticos para los representantes sindicales que sólo medran con las necesidades del gremio.

      Ya es hora de que el magisterio de México deje su pasividad y valore su importancia en la vida política del país, que entienda que el desprestigio social que hoy tiene es producto de las acostumbradas traiciones de los políticos, que en tiempos electorales les ofrecen el cielo y las estrellas, que por acuerdos oscuros, la única beneficiaria de todas las prebendas ha sido Elba Esther Gordillo, quien hoy apesta en todos los partidos y que a pesar de ello Peña Nieto y el padrino de ambos personajes, Carlos Salinas de Gortari, la utilizarán, como es costumbre, desde lo más oscuro del sistema, para promover el voto a favor del copetudo iletrado.

      Mientras los trabajadores de la educación sigan creyendo que los políticos del neoliberalismo (PRIAN) les van a cumplir las promesas que en campaña hacen, sus condiciones laborales seguirán perjudicándose, mientras los trabajadores de la educación no valoren su preparación, sus capacidades y la gran influencia social que pueden lograr, seguirán siendo un botín para quienes buscan el poder para enriquecerse y beneficiar a unos cuantos, quienes son los que más tienen, ignorando y despreciando las obligaciones constitucionales que deben de cumplir.

      Parte de la estrategia que utiliza el sistema político para engañar al magisterio se llama Carrera Magisterial, programa creado para dividir a los trabajadores en busca de una mejora económica que al fin de cuentas es asignada por una camarilla de cómplices de la gran corrupción que impera en el sistema educativo nacional, situación que por la misma educación que se imparte en el modelo neoliberal, mantiene ocupados a los maestros de México, tratando de acceder a los beneficios económicos del programa, obedeciendo a pie juntillas las instrucciones de la OCDE en pos de privatizar la educación en nuestro país, lo cual hace olvidar a los mentores la importancia de su función social, formar a la población para que por medio de la educación se integre a las actividades productivas y sociales para mejorar sus condiciones de vida común.

        Si los trabajadores de la educación entienden que el interés que tienen el PRI y el PAN por la participación de Elba Esther Gordillo, en el proceso electoral no es más que la garantía de acarrear votos magisteriales a favor de la continuidad de las políticas neoliberales y en ningún momento consideran al magisterio como un sector social que pueda cambiar las condiciones sociales, mejorando el nivel de vida de la población, el futuro de México seguirá siendo oscuro, en camino franco a la privatización de todos los servicios sociales a que está obligado el gobierno ofrecer al pueblo a cambio del pago de impuestos, los cuales, ya de por sí, son botín de los políticos, por lo que desde esta columna, invito a todos los trabajadores de la educación a razonar con objetividad sobre la emisión de su voto, ¡ya basta de engaños y migajas! El magisterio tiene el poder de cambiar las condiciones de inequidad y abusos de los gobernantes, hagámoslo realidad.

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