En
México el altar de muertos es la representación de la visión de un pueblo sobre
la muerte, sus orígenes son anteriores a la llegada de los españoles.
Para los antiguos mayas morir es el
inicio de un viaje de 4 días hacia el inframundo o lugar de los muertos, es
creencia que al llegar entregaban a las deidades de ese reino diversas
ofrendas, era una forma de congraciarse con
los dioses.
Los altares nacieron para agradar a los
muertos. “Se hace para que ellos vengan a comer las comidas que antes les
gustaba mucho”, señaló Leonardo Raygosa,
de la ciudad de Campeche
Con el paso del tiempo las culturas
indígenas y españolas se mezclaron, en un principio el altar de muertos se
instalaba en los hogares únicamente con pan de azúcar y pan de muerto.
Las ofrendas se han multiplicado en el
altar, con las fotografías de los difuntos e imágenes religiosas, se colocan
los alimentos y bebidas que preferían en vida parientes y amigos fallecidos.
El altar es una colorida y sabrosa ofrenda
dedicada a los muertos, pero que disfrutamos los vivos.
Promover los concursos de altares como se
realizan en el estado de Campeche “Es promover el rescate de las tradiciones,
que no se pierdan, al contrario hay qué sentirnos orgullosos de lo que somos”,
indicó Jorge Manos Esparragosa,
secretario de Turismo de Campeche.
El pasado 31 de octubre más de 100
altares, distintos en su concepción pero con la muerte como tema central,
invadieron una de las principales calles de la ciudad de Campeche.
Es el “Hanal Pixán” o comida de muertos
en maya es recobrar nuestras tradiciones que se han ido día a día y permitido
que otras tradiciones como el anglosajón invadan nuestra cultura como el caso
del “Halloween”, señaló Andrea Varela, expositora de la exposición de “Altares de Muerto”.
Para los campechanos, los altares de
muertos son un puente que enlaza dos mundos distintos, pero que se
complementan: el de la vida y el de la muerte.
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