Por: Jesús Díaz
Aún no es diputado y ya se siente
como tal, la soberbia lo transforma y el ego y la vanidad lo consumen, a tal
grado que empieza a mirar a la gente por encima del hombro, minimizándolos e
ignorando sus peticiones cuando a su oficina del Palacio Municipal de
Solidaridad lo van a ver.
Santiago Chávez Marfil,
suplente del diputado Juan Carlos
Pereyra Escudero, por el Distrito de Solidaridad, no ve el día ni la hora para separarse del
cargo que ocupa actualmente como secretario particular del presidente municipal
de Solidaridad, Rafael Kantún, quien
hace unos días tomó posesión del cargo, luego de la renuncia de su compadre Filiberto Martínez Méndez, para buscar
otros cargos públicos que la sociedad le confiera en adelante.
Está en espera de que Juan Carlos
Pereyra abandone el cargo que ocupa como legislador en la XIII Legislatura del Congreso del Estado
para que de inmediato él ocupe dicha posición política.
Hueso al que aspira con ansias y que tal vez ni logre acariciarlo porque
a lo mejor Juan Carlos Pereyra Escudero no logre abandonar su curul en el Congreso
estatal.
Chávez Marfil, se ha caracterizado
por discriminar a la gente que lo va a ver a sus oficinas del Palacio Municipal
por cualquier tipo de apoyo que requieren, en ausencia del presidente
municipal.
Además de mentirles con solucionar los problemas que le plantean, los
hace esperar largas horas sin que pueda resolver nada.
Este tipo de personas no debieran de continuar en una administración
pujante como lo es el Ayuntamiento de Solidaridad, porque interfiere en las
buenas disposiciones del presidente municipal por acercarse a la comunidad para
conocer de cerca sus necesidades y demandas más apremiantes.
Ojalá que el nuevo presidente municipal de Solidaridad, Rafael Kantún, tome en cuenta estas
quejas de la sociedad para con sus subordinados y los baje del pedestal de donde
se encuentran, porque están para servir a la gente no para servirse ellos
mismos.
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