Ha pasado más de un siglo desde que el Titanic comenzó su viaje maldito de
Southampton, Reino Unido, para hundirse en el Atlántico al chocar uno de sus
costados con un gigantesco Iceberg. Ahora que se acerca el 103º aniversario desde
aquella catástrofe suscitada el 15 de
abril de 1912 la sociedad recuerda con nostalgia este episodio del barco, que
en su día era llamado "ciudad flotante".
Empieza
la construcción…
La compañía
británica White Star Line ordenó la construcción de tres buques de “Clase Olympic” para hacer frente a su rival Cunard
Line. La construcción del Titanic
comenzó el 31 de marzo de 1909 en Harland y Wolf en Belfast, Reino Unido.
Tras trabajar sin descanso durante dos
años, más de 3.000 trabajadores acabaron la construcción del Titanic. El 31 de
marzo de 1911, el gigantesco casco del barco llegó al Río Lagan, en Belfast,
Reino Unido. Más de 10.000 personas fueron testigos del evento.
El
viaje inaugural…
El 10 de abril de 1912, el buque comenzó
su viaje inaugural desde Southampton, Reino Unido. Con más de 2.200 personas
entre pasajeros y tripulación, el barco llevaba también 3.000 bolsas de correo,
puesto que era el Barco del Correo Real.
Edward J. Smith (derecha), el capitán de
amplia experiencia del RMS Titanic,
acabaría haciendo historia como alguien que no siguió el camino correcto del
barco y terminó chocándose contra un iceberg.
Thomas
Andrews, diseñador jefe del barco, no escatimó en gastos para dejar claro
el nivel de extravagancia y opulencia del barco. Había más de 130.000 piezas en
utensilios de cocina y cristalería, 34.019 kg de carne fresca y 16.850 botellas
de vino a bordo. La construcción del Titanic
les había costado 7,5 millones de dólares americanos de entonces:
aproximadamente 167 millones de dólares con su actual valor.
Llega el desastre…
“¡Iceberg
por proa!”. Estas tres palabras
cambiaron la Historia del Titanic.
Cuatro días después de que comenzara el viaje inaugural, el 14 de abril de
1912, llegaba el desastre. Un vigilante vio un iceberg por proa y activó la alarma a las 23.40h. Los motores
giraron rápidamente pero, casi 40 segundos después, el iceberg rozó el lateral del barco. Pronto, la tripulación,
incluidos el Capitán Smith y Thomas
Andrews, supo que el barco iba a hundirse.
SOS…
Una frenética operación de evacuación
comenzaba, con los botes salvavidas cargados de mujeres y niños. El RMS Titanic mandó un mensaje de
emergencia al barco más cercano, el Cunard
de RMS. Solo había 20 botes salvavidas, para las más de 2.200 personas que
había en el barco.
En medio de la tragedia, hubo algunos que
se hicieron grandes y consiguieron dejar una huella indeleble. La Historia todavía
recuerda a Margaret “Molly” Brown, viuda y
heredera, que no solo ayudó a mucha gente a encontrar un sitio en los botes
salvavidas, sino que también incitó a la tripulación a rescatar a más gente.
Sir
Arthur Rostron, capitán del RMS
Carpathia, se convirtió en un héroe: dirigió a su barco para rescatar a los
supervivientes de la tragedia del Titanic.
Una calle de Hampshire, Reino Unido, se puso a su nombre en 2011.
Muy pocos supervivientes…
De los más de 2.200 pasajeros y
tripulación, solo 700 sobrevivieron a la tragedia. Los restos del barco fueron descubiertos en
1985 a más de 3.600 metros de profundidad.
Entre los supervivientes está J. Bruce Ismay, jefe ejecutivo de la
firma White Star. Muchos le culpan
de cobardía y traición, pero otros apuntan a que ayudó a mujeres y niños a
sentarse en los últimos botes salvavidas.
Desde que se descubrieran los restos del
barco en 1985, ha habido más de 20 expediciones para rescatar las valiosas
pertenencias de los pasajeros. Estas expediciones también ayudaron a esclarecer
lo ocurrido en el opulento interior del barco, como en el caso de una réplica
de la Gran escalera, del barco hundido, expuesta en la exhibición del museo
ArtScience de Marina Bay Sands, en
Singapur.
Dean,
tenía nueve semanas cuando se hundió el barco. Aunque no tiene recuerdos de la
tragedia, siempre dijo que el desastre marcó su vida, puesto que se quedó en
EEUU en lugar de volver a Reino Unido. Murió en junio de 2009, con 97 años.
El desastre lo inmortalizó James Cameron en su película Titanic. El éxito de taquilla, de 1997,
protagonizado por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, dio un giro
romántico a la tragedia. Puede que los hechos que cuenta no sean del todo
verdad, pero la película logra capturar la esencia de este épico viaje.
Hasta hoy día muchos recuerdan esta tragedia,
sobre todo, el lugar de nacimiento del barco maldito en Belfast,
donde también se tiene un memorial a las víctimas del Titanic desde 1920.
Un mito popular del desastre es que la
banda de música siguió tocando incluso en las últimas horas de la tragedia.
Algunos incluso dicen que la canción que tocaban era el himno Más Cerca, Oh
Dios, de ti (en inglés Nearer, My God, To Thee). Sin embargo, los historiadores
dicen que aunque sí es cierto que la banda tocó hasta sus últimos momentos, la
canción exacta no puede asegurarse. Hoy el violín que pertenecía al director de
la banda del Titanic, Wallace Hartley,
expuesto en el Titanic Belfast, en
Belfast, Reino Unido.
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