Por: Jesús Díaz
Luego de la toma de protesta de Carlos Joaquín González, el pasado 25
de septiembre como “Octavo” gobernador Constitucional del Estado
Libre y Soberano de Quintana Roo en sustitución de Roberto Borge Angulo,
quien después de cinco años y meses deja el cargo en medio de una ruptura
social, política y económica, las expectativas ahora giran en torno al nuevo
gabinete legal y ampliado que tiene inconforme a los ciudadanos, donde los
intereses de grupos y de partidos definirán el rumbo de las decisiones que hará
de tomar en adelante Joaquín González.
En este contexto muchos
ciudadanos han demostrado su inconformidad en las redes sociales por las
decisiones tomadas por el nuevo gobierno al incluir a priistas no gratos para
la sociedad, pues ellos consideran que votaron el cinco de junio pasado por “El cambio”, un cambio donde estaban incluidos funcionarios priistas del
gabinete saliente de Borge Angulo, a
quienes tachan de déspotas, prepotentes y corruptos.
Y es que los ciudadanos siguen
esperando por un verdadero cambio, un cambio que se vea reflejada en los
bolsillos de la clase trabajadora y empresarial, un cambio que active la
economía de las familias, que cuando salgan a la calle no sean presas de
asaltos y muerte por parte de la delincuencia organizada, un cambio donde los
derechos de la mujer, los infantes y las personas de la tercera edad sean
protegidas.
Los quintanarroenses no quieren
discursos demagogos, desean que los funcionarios del nuevo gabinete estatal
vayan de las palabras a los hechos, no trabajos de escritorios, sino de campo;
que en el sector agrícola los campesinos aseguren el sustento para sus
familias, con recursos frescos y oportunos para aterrizar proyectos productivos
que les permitan labrar la tierra,
sembrar a tiempo y cosechar con oportunidad, más que nada, se requerirá de un
mercado directo donde colocar la producción.
Que los jóvenes a pesar de las
reformas educativas no se queden sin estudiar y que esta siga siendo laica y
gratuita, con becas suficientes para continuar sus estudios en nivel superior y
en el extranjero.
Un cambio donde las calles no
estén llenas de baches, haya alumbrado público, parques en buen estado, así
como áreas recreativas para que las familias, jóvenes y estudiantes tengan un
lugar de esparcimiento para alejarlos del vicio de las drogas y el alcohol.
Sobre todo, más y mejores
fuentes de empleos bien remunerados, donde se pueda sentir el cambio de vida
que desean los quintanarroenses. Ese es el cambio que desea la sociedad. Y como
dijo un político retirado, el Prof. Raúl Alonso Tamay, ex líder del MUQ en el Estado “Carlos Joaquín González,
es sinónimo de cambio, solo déjenlo trabajar y verán el cambio que desean”.
Y no está demás advertir a Carlos Joaquín que aún en su gobierno
quedan funcionarios de la pasada administración estatal que se niegan a dejar
el cargo por considerar que la Ley los protege, y es un mismo grupo que se ha
unido para allanarle de piedritas el camino al mismo gobernante, y estos están
colocados en puestos que van desde jefaturas, direcciones, direcciones de área,
direcciones generales, magistraturas, subsecretarías, secretarias, mismos que
están vinculados con el PRI y que no
están dispuestos a perder el empleo para darle paso a personas que militan en
la oposición.
Que el “Cambio que viene” sirva
para beneficio de la sociedad en todos sus aspectos y como dije anteriormente,
que se refleje en los bolsillos de los padres de familia. Que Quintana Roo
vuelva a ser un estado con oportunidades, una entidad pujante, acorde a los
tiempos modernos que vivimos. Este es el CAMBIO
QUE VIENE.
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