Por: Jesús Díaz
Los mexicanos vivimos en un país libre pero somos sometidos a un régimen
político-económico neoliberal que sirve a las clases empresariales y pudientes
políticos, que tiene en el abandono a la clase obrera-campesina, con salarios
raquíticos y apoyos míseros que en nada beneficia a la sociedad.
La política económica creada desde hace 30 años por gobiernos priistas
para impulsar al país, sirvió solo para favorecer a unas cuantas personas de la
clase pudiente, pero que no favorece a la clase obrera-campesina, cuyos
resultados hoy en día son de más de 70 millones de pobres que viven con un
salario raquítico.
Desgraciadamente, la política económica neoliberal, impuesta por el
gobierno priista y continuado por los panistas a partir del año 2000 cuando “Fox” asumió al poder, no sirvió de otra cosa que para hacer más ricos
a los ricos y más pobres a los pobres.
Hoy con tristeza observamos que en México el número de pobreza aumentó a
más de 70 millones de personas que no tienen un sustento seguro para alimentar
a sus familias.
Este año con la nueva escalada de aumentos promovido por el gobierno de Peña Nieto, se lesiona una vez más los
bolsillos de la clase trabajadora que lucha cada día por un sustento para
llevar a sus hogares, pero con la falta de fuentes de empleo, lo que se
incrementa es la delincuencia y se abandona el campo agrícola que cada vez produce
menos alimentos.
Como dijo Andrés Manuel López
Obrador, Líder de “Morena” durante su reciente gira al estado de
Tabasco donde dijo “Ya nos
aumentaron de nuevamente el costo de la gasolina, el diesel y los productos de
consumo popular, y las cosas no van si continúa este régimen de corrupción”.
La política neoliberal impuesta a México por presiones de los vecinos
del Norte hace 30 años, solo sirvió para favorecer a la clase empresarial, a
terratenientes, empresas transnacionales para poder invadirnos con sus
productos a través del Tratado de Libre Comercio (TLC). Aunque la economía comenzó a fluir, los pobres solo lo vieron
pasar, mientras que la clase empresarial y pudientes políticos empezaron a
engrosar sus bolsillos.
Además este Sistema Político Neoliberal impuesto a México sirve para
favorecer la entrada de productos extranjeros a través del TLC, pero que a la falta de créditos oportunos obliga a los hombres
del campo arrendar o vender sus tierras para poder emigrar a las urbes o al
país anglosajón en busca de mejores oportunidades de trabajo.
Las empresas transnacionales, latifundistas y empresarios pudientes, con
el poder económico que ostentan y que con el apoyo del gobierno federal, les
dan las facilidades para ocupar las tierras que no usan los campesinos para
producir alimentos de calidad para competir con productores extranjeros a
través del TLC. Lo mismo sucede con
otras tierras donde inversionistas compran terrenos para actividades turísticas
y servicios diversos.
Como dijo López Obrador en
uno de sus discursos en Tabasco “México
tiene muchos recursos, no puede ser un país rico con pueblo pobre” y claro que nuestro país no puede
seguir estando jodido, mientras que funcionarios corruptos nos gobiernen.
Las reformas como la “energética” es un cuchillo de doble filo porque va
a favorecer a la inversión extranjera que vendrá a hacerse de las tierras que
les pertenecen a los mexicanos para invertir con nuestros recursos naturales, y
donde el mexicano solo será un simple trabajador de estos emporios.
Llevamos 30 años sometidos a un régimen neoliberal donde no se generan
empleos, se abandona el campo agrícola, a los campesinos no les dan los apoyos
y créditos necesarios para trabajar sus propias tierras, pero que se favorece a
las grandes empresas, se permite el latifundio, la entrega de la propiedad
rural.
La corrupción que impera en nuestro país, no es más que culpa de los
mexicanos, quienes permitimos que líderes corruptos nos sigan gobernando y
engañándonos con regalos y envolviéndonos con promesas durante sus campañas
políticas, promesas que al final de cuentas no cumplen, aunque firmen el
compromiso a través de Notarios. Una vez en el poder se olvidan de la sociedad
y benefician a familiares y amigos. Estos son los gobiernos que nos merecemos
los mexicanos.
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