Pablo
de la Rosa, un hombre
de 54 años de edad y originario de Pinotepa Nacional, Oaxaca, lugar del
epicentro del sismo de magnitud 7.2, viajaba por alguna de las carreteras de
este municipio cuando el temblor sacudía a la región.
Al principio no imaginaba lo que pasaba
pero la intensidad fue mayor que estuvo a punto de salirse del camino y caer al
precipicio; reaccionó a tiempo, se detuvo y fue cuando se percató de que
ocurría un temblor.
"Nos
tocó viajando. Cuando vas en carro nunca sientes qué está pasando porque (sólo
sientes) como que te tiran piedra o tiran algo, al ver que iba hacia un pequeño
voladero reaccioné, me paré y me di cuenta de que era un sismo fuerte", indicó Pablo de la Rosa.
En cuanto disminuyó el sismo pudo dar la
vuelta y regresar a Pinotepa Nacional,
al cual vio "lleno de humo" y "todo un caos era la ciudad, hasta ahorita".
"Yo
hice un recorrido por algunas colonias y la mayoría de las viviendas que
resultaron afectadas son aquellas construidas de adobe, así como jardineras y
techos". Explicó don Pablo.
La primera noche después del movimiento
telúrico fue muy difícil para los pinotepenses, dice Pablo, porque la mayoría durmió en la calle, sin luz, con frío y
sobre todo, con miedo a las réplicas.
Al oaxaqueño le preocupaba la situación,
ya que tras esta emergencia, los niños sólo escuchan que "suena algo y ya piensan que viene otra vez el sismo”.
Aunque él, dice, no le teme a los sismos,
pues de niño tuvo una experiencia que le hace reaccionar de manera normal ante
estos fenómenos que además son muy frecuentes en la zona.
"Yo
no le tengo miedo a los sismos, yo acá cuando tenía cinco años hubo un sismo
que dañó, sobre todo casas de adobe, y pues (en mi casa) todo mundo salió del
corredor donde estábamos almorzando y el único que se quedó fui yo,
inocentemente, a partir de ahí no le tengo miedo". Explicó Pablo de la
Rosa.
Los monumentos más importantes para los
habitantes costeños como la iglesia y el palacio municipal sufrieron severos
daños, pero agradecen que sólo hayan sido daños materiales y que el sismo no
les haya arrebatado a algunos de sus familiares.
Pinotepa
Nacional es el lugar donde acuden todos los habitantes de la región a
comercializar sus productos; es donde encuentran los sitios de esparcimiento,
los productos básicos para el hogar y tras este sismo han reducido el número de
personas en las calles.
Cabe mencionar que el sismo de magnitud
7,2 sacudió el centro y sureste de México este 16 de febrero. El epicentro fue
registrado cerca del estado de Oaxaca, pero pudo percibirse en Ciudad de
México, a unos 600 kilómetros.: Una pareja se abraza.
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