· Los ciudadanos solo reclaman un trabajo con un salario suficiente que cubra las necesidades de una familia…
Por: Eduardo José Lara
Reflexiones sobre las condiciones
sociales de México (1)
Ante las actuales condiciones sociales
presentes en la mayor parte de los países, integrados al modelo económico
global, en varias de las naciones que ya resienten los graves efectos del
neoliberalismo, la población ha salido a las calles a protestar contra las
reformas realizadas por sus gobiernos, reformas que han repercutido severamente
en el bienestar social.
Entre las demandas más sentidas de esa
población afectada por la ambición desmedida de los dueños del capital, se
encuentran el derecho al trabajo digno, con salarios remuneradores, el derecho
a la salud, a la alimentación y a la educación, condiciones sociales que desde
la caída del Muro de Berlín y la
imposición mundial del modelo económico neoliberal, evidencian la realidad de
un capitalismo ambicioso, depredador e insensible a las necesidades básicas de
quienes con su esfuerzo, dedicación y compromiso, generan la riqueza de
quienes, sin límite explotan en forma
inmisericorde al ser humano, para apropiarse de todo aquello que
convierten en mercancía.
El embate indiscriminado del capital
contra el bienestar del ser humano es tan intenso que la mayor parte de la
población del mundo no ha alcanzado a comprender que es lo que está sucediendo
en su entorno y por lo mismo no logra identificar qué es lo que puede frenar
esta depredación humana.
Poblaciones enteras salen a las calles a
protestar contra las consecuencias de las modificaciones al modelo económico,
que fue impuesto en forma gradual, vendiendo fantasías que la gente compró a
precios muy bajos y que con el paso del tiempo descubrió que la realidad es
otra, totalmente opuesta a lo que se ofreció al principio de la historia de
esta debacle social. Al pueblo se le vendió un mundo de lujos y comodidades a
precios preferenciales y créditos accesibles, se le vendió una vida cómoda
llena de placeres y vanidades, los cuales ocultaron en forma muy eficiente, la
realidad de lo que venía adjunto a la fantasía, se ocultó muy bien la ambición
desmedida del gran capital financiero, el cual no tiene patria, ni familia y
mucho menos sentido humano.
Toda vez que la mayor parte de los
ciudadanos del mundo nos acostumbramos a vivir con ciertos niveles de
bienestar, en los que existía la seguridad laboral, el salario suficiente para
solventar los compromisos adquiridos para obtener los bienes y servicios que el
modelo económico social nos impuso en forma paulatina, a poder alimentarnos en
forma suficiente, a tener servicios de salud mínimos para mantenernos activos y
poder seguir produciendo riqueza, de poder acceder a una educación que en
teoría nos podía dar la oportunidad de mejorar nuestras condiciones de vida,
vía el aumento en el ingreso económico, el modelo económico neoliberal inició su
segunda fase de sometimiento, en la que las reformas legales imponen mayores
cargas económicas al pueblo y liberan al gran capital de obligaciones que
implican desembolsar recursos para que los trabajadores tengan prestaciones
sociales y seguridad laboral, con lo cual aparece la punta del iceberg
económico que hoy tiene al mundo en crisis.
En nuestro México, a poco más de cuarenta
años de haberse implantado el modelo neoliberal en el mundo, aún no se ha
logrado imponer el cien por ciento este modelo económico, debido a muchas
condiciones sociales muy particulares, siendo una de estas, posiblemente la
principal, la vecindad con los Estados Unidos, país que es el representante
oficial de los intereses capitalistas más oscuros.
Durante cuarenta años, las batallas de
invasión comercial e ideológica, acompañadas de guerras de intervención
transnacional, los Estados Unidos han estado muy ocupados en cumplir con las
obligaciones que los dueños del capital les impusieron, dominar al mundo,
someter a las naciones a los intereses comerciales y financieros de unos
cuantos, situación que no les permitía atender cualquier desorden o intento de
liberación por parte del pueblo mexicano, motivo por el cual, nuestro país
quedó en el último lugar de la lista en la imposición del modelo neoliberal.
Hoy en día, los mexicanos estamos
viviendo y sintiendo en carne propia, las consecuencias del inicio de la
segunda fase del modelo económico, en la cual, el desempleo es herramienta
vital para establecer salarios de hambre, eliminación de prestaciones laborales
y sociales, privatización de servicios elementales para la vida humana, sin que
la población alcance a comprender y por lo mismo a reaccionar, contra los
abusos y explotación desmedidos de los que somos objeto.
Muchos se preguntan y no encuentran una
respuesta apropiada para frenar y revertir los efectos de esta situación, sin
embargo, la respuesta es sencilla, si queremos que las condiciones de vida
mejoren debemos apostar a tener una mejor educación, una educación que desde el
cimiento social de la respuesta a la satisfacción de las necesidades comunes,
una educación que no esté sometida a los intereses extranjeros que impone un
modelo económico al cual no le interesa el bienestar del pueblo, al que tan sólo
le interesa apropiarse de la riqueza ajena, esa riqueza que la madre naturaleza
le regaló a nuestro país, tanto en bienes naturales como en el valor de su
gente.
Pero para abundar en el tema, se requiere
de mucho más espacio, motivo por el cual, esta es la primera parte de varias
más, en las que seguiré compartiendo mi visión personal sobre estas condiciones
que hoy nos preocupan. Hasta la próxima… (Críticas
y comentarios, se reciben en larapeniche@hotmail.com).
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