· Aprende a disfrutar del placer sexual de tu cuerpo.
Por: Diana Oliva en
Salud180
El placer sexual es algo que a la mayoría
nos atrae, que una y otra vez buscamos, sin embargo muchas veces nos
enfrentamos a la no aceptación personal de nuestros cuerpos. ¿Cómo podemos
esperar que otro ame y desee un cuerpo que rechazamos y al que todo el tiempo estamos queriendo cambiar?
Ser una persona atractiva, es algo que
por supuesto la mayoría deseamos, el problema se da cuando este deseo se
traduce en angustia y auto descalificación: “soy un cerdo”, “parezco una vaca”, perdón pero los cerdos son cerdos y las vacas son vacas, su
figura les sienta bastante bien. Ellos son así.
“Exacto, ellos son así, yo no”, y si no somos así ¿Qué nos genera tanta angustia que nos lleva a
comer en exceso, a no ejercitarnos, a descuidarnos? ¿Qué nos aleja de una buena
relación con nuestro cuerpo? ¿Qué pasa que no logramos una imagen y un auto
concepto en el que integremos todas las facetas que nos conforman?
Es penoso ver como muchas mujeres que se
ajustan a los estándares de belleza no son felices porque consideran que no son
lo suficientemente bellas y sexys, dejando de verse, por verse tanto.
¿Paradójico no?
Tienen tanta necesidad de ser amadas y
aceptadas que dejan de amarse y aceptarse. Qué quede claro que no estoy
sugiriendo ni el abandono ni la fodonguez; simplemente sugiero detenernos una y
otra vez, respirar, mirar alrededor descubriendo que existen muchísimas cosas
más allá de los estereotipos a los que una y otra vez intentamos ajustarnos.
Para empezar, te propongo que te pares enfrente de un
espejo y te mires primero con respeto,
que te des cuenta que puedes estar frente a tu imagen sin descalificarte, si decides explorarte ya seas hombre o
mujer, sólo siente la suavidad, calidez
y dulzura de tu piel, puedes empezar por las manos, los brazos, tu torso,
coloca la mano sobre la boca y saborea tu aliento, pasa la mano por tu pelo y
disfruta de su sedosidad.
Usa tus pies descalzos para sentir la
textura del piso, de la alfombra, de tu propia piel, si me dices que eso no es
para ti, que te estoy proponiendo algo absurdo, fuera de lugar, yo te invito a
que te cuestiones cómo es posible que pases tanto tiempo a tu lado sin tocarte,
o haciéndolo sólo por necesidad, “de
pasadita”.
Claro que es importante que te ejercites y que comas sano,
pero primero recupérate, regresa a tu centro, disfrútate y una vez que lo
logres, vuélvete a mirar en el espejo, muy probablemente el brillo de tus
ojos indicará que estás listo o lista
para hacer el amor porque conoces el placer sexual que hay en ti. No esperes
que otro te saboree si tú no te gustas, si no te consideras delicioso o
deliciosa.
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