En el centro de la ciudad mexicana de
Chihuahua se encuentra ubicada una conocida tienda de vestidos de novia, aunque
su popularidad no se debe precisamente a las prendas, sino a uno de sus
maniquíes de la vitrina.
La figura “vive” en el escaparate del
local La Pascualita desde hace 87 años,
y sobre ella existen varias leyendas debido a que sus rasgos y detalles son
escalofriantemente reales. La expresión de sus ojos, las líneas de sus manos y
forma de las uñas, el cabello o su apariencia humana son algunos de los
detalles que han dado fama a La
Pascualita.
La leyenda dice que la primera propietaria
de esa tienda tenía una hija, y su mayor ilusión era verla casarse. Pero su
hija murió precisamente el día de la boda. Consternada, su madre ordenó
embalsamarla y la puso en el escaparate principal de su negocio para poderla
ver todos los días.
Se decía que era el cuerpo embalsamado de
la hija de Pascualita. Ella nunca desmintió tales versiones, mismas que fueron
publicadas por los diarios de la ciudad. Estas publicaciones eran afanosamente
buscadas
A la muerte de la Pascualita, la tienda de trajes para novios fue heredada por sus
sobrinos, que la vendieron después.
"Hay
quienes dicen que el maniquí se mueve, que mueve los ojos, las manos, que
cambia de posición y que inclusive camina por la tienda por las noches. Hay
gente que cree que vestir el vestido de La
Pascualita es una bendición para el matrimonio", comentaron a la agencia internacional Ruptly los actuales
propietarios del local.
Pese a ser un mito o una realidad la
historia de “La Pascualita”, ésta aún continúa inerte en el
aparador de la tienda de ropas “La Popular”, viendo pasar el tiempo con su intimidadora
mirada, pues hay quienes afirman haberla visto caminar en el interior de la
tienda o ver que los mira de reojo cuando la observan en el aparador. El tiempo
dará la razón.
A pesar de que esas teorías han sido
rechazadas, los mexicanos siguen creyendo en esa leyenda del folclor mexicano.
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