Los
precandidatos presidenciales Margarita
Zavala y Andrés Manuel López Obrador
y el presidente Enrique Peña Nieto,
terminaron golpeados por la elección del Estado de México.
Las elecciones regionales del 4 de junio
en cuatro estados mexicanos presuntamente marcarían la pauta y aclararían el
panorama hacia los comicios presidenciales de 2018. Pero las sospechas de
fraude, las impugnaciones de la oposición y las controversias al interior de
los mismos partidos políticos sólo crearon más confusión de cara "a la grande" (como se le llama a los comicios para elegir el titular del
Poder Ejecutivo).
El oficialista Partido Revolucionario
Institucional (PRI) pasa por un
amplio desgaste por las acusaciones de fraude en las elecciones a gobernador en
los estados de México y Coahuila que ya provocaron movilizaciones del
derechista Acción Nacional (PAN) y
el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Independientemente del resultado de las
impugnaciones a la elección, la conclusión de los analistas es que todos
perdieron y esto hace aún más difuso y complicado el panorama hacia 2018.
El primer gran afectado es el mismo PRI, que como instituto político, consideran
que al poner en marcha sus clásicas prácticas para la compra de votos o para
amedrentar a los electores y la oposición, demostró que lo único que tiene para
ofrecer es su "bancarrota
intelectual y electoral",
señaló Tony Payan, director del
Baker Institute de la Universidad de Rice en Estados Unidos.
Margarita
Zavala, esposa del ex presidente Felipe
Calderón, y quien ahora busca la candidatura presidencial por el PAN puede ser otra de las afectadas.
Las encuestas de intención del voto la ubican en segundo lugar de las
preferencias, pero ante el ultimátum que lanzó al líder de su partido para que
en un mes definiera al candidato la convierte en un factor de división en la
derecha.
El líder de Morena, Andrés Manuel López
Obrador, quien por tercera vez busca la presidencia y que en esta ocasión
es el puntero, podría ser el gran perdedor de este proceso.
La elección en el Estado de México,
considerado el gran bastión del oficialismo, fue la más cuestionada de la
jornada. El oficialismo obtuvo 33. 6%
de los votos mientras que Morena 30.9,
ante lo que ha anunciado su deseo de impugnar la elección.
De realizar movilizaciones a favor del
voto, López Obrador podría ser el más
afectado. Se trata de un personaje polémico al que se le han querido atribuir
actitudes chavistas por su carácter irascible y su facilidad a entrar en
controversia con otros actores políticos.
En el pasado ya ha mostrado actitudes que
lo han hecho perder la simpatía de la ciudadanía, como la toma durante semanas
de la avenida Reforma, una de las principales en la capital mexicana, después
de las elecciones presidenciales de 2006 que perdió por 0.56% de los votos, su
complicada relación con los medios de comunicación a los que acusa de estar en
su contra y sus ya famosas confrontaciones con la clase política a la que llama
"la mafia del poder".
De cara a la elección presidencial de
2018, López Obrador, trató de
mostrar una faceta menos belicosa que lo ayudara a mejorar su imagen, lo cual
había conseguido, pero de ir más allá en el conflicto post electoral en el
Edomex, los votantes pueden reencontrase con ese "Peje" –como
se le dice coloquialmente- que lo ha hecho perder apoyos.
"La gente lo puede ver muy bien o
bastante mal y sus opositores van a utilizar cualquier marcha o acto que se salga
de control. Habría que agregar otros problemas en los que se mete como lo que
pasó en Nueva York con el padre de Ayotzinapa con el que tuvo una desatención
total, como político le debía disculpas, pero es una persona que no va a dar
disculpas ni se va a bajar de su pedestal",
afirmó Telésforo Nava, analista
político de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y experto en el estudio de las izquierdas.
El
mal camino de la derecha…
Apenas se dieron a conocer los primeros
resultados, Margarita Zavala acusó
al dirigente nacional de su partido, Ricardo
Anaya –otro contendiente a la candidatura- de la caída al cuarto lugar del PAN en la elección del Estado de
México. Posteriormente le dio un mes de plazo para la elección del abanderado
presidencial.
En un video acusó a la dirigencia de
alejarse cada vez más de sus principios y acusó que su partido se está "debilitando como opción de cambio
para 2018".
Armando Zacarías Castillo, jefe del Departamento de Estudios
Políticos de la Universidad de Guadalajara, coincide con la primera dama, pero
también le advierte que su actitud también provoca una división al interior del
partido, lo que debilita aún más a la derecha.
Y Zavala,
por sí sola, no tiene la fuerza para ganar como candidata independiente la
Presidencia de México, expresa.
"El
PAN se está acercando a un momento
muy trascendental y a una división de consecuencias muy dramáticas. Debilita al
partido y como independiente no puede aspirar a ganar la presidencia", dijo en referencia a la ex
primera dama.
En caso de haber una fractura en el PAN, estimó que pasará lo mismo que en
la izquierda, cuando Andrés Manuel
abandonó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para fundar Morena.
Si en el caso del Estado de México los dos
hubieran ido en coalición, hubieran alcanzado una mayoría indiscutible.
El
árbitro electoral…
Otro afectado por el reciente proceso
electoral son las instituciones encargadas de validar la elección. El académico
de la UdeG consideró que el actuar de los institutos electorales estatales ante
los reclamos de conteos erróneos de votos, compras de votantes, intimidaciones,
robo de urnas y anomalías añade aún más incertidumbre a la elección
presidencial de 2018.
"¿Qué
va a suceder en 2018 si no se ha cumplido la capacidad de legitimar y darle
institucionalidad a los procesos electorales?", cuestionó.
Una conclusión general es que lejos de dar
certidumbre, las elecciones regionales del 4 de junio sólo crearon "una margen de incertidumbre
atípico" que pueda llevar a que
el próximo año nuevamente sea cuestionado el resultado de las elecciones
presidenciales.
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