Al parecer algunos de los tsunamis que se
han presentado en los últimos cinco años en diferentes partes del globo
terráqueo es al diseño de unas bombas para crear holas de gran dimensión, los
cuales, les permitirá servir como arma a los Estados Unidos. El país anglosajón
aportó la tecnología para el diseño de la bomba, pero esta se desarrolló con el
apoyo logístico del gobierno de Nueva
Zelanda.
El diario New
Zealand Herald informó de que documentos desclasificados por el gobierno
indicaban que en Nueva Zelanda se
habían hecho pruebas para desarrollar una bomba con capacidad para causar
grandes olas.
Estados
Unidos y Nueva Zelanda
realizaron durante la Segunda Guerra
Mundial pruebas secretas de una bomba diseñada para causar un gran tsunami
capaz de inundar las zonas costeras, informó la prensa australiana.
Estas actividades sobre el plan secreto
han sido reveladas por el autor neozelandés Ray Waru, después de descubrirlas cuando examinaba documentos e
informes guardados en el archivo militar de Nueva Zelanda con el propósito de
recabar información para su nuevo libro.
Ray
Waru, dijo en una entrevista con la cadena de radio ABC, que las cerca de
4.000 pruebas efectuadas en la península de Wanngaparaoa, cerca de la ciudad de
Auckland y ahora un paraje muy concurrido por los excursionistas, demostraron
que la bomba era un arma viable.
El programa de pruebas denominado “Proyect Seal” comenzó en 1944, y según apunta el escritor, la bomba que
perseguía desarrollar tenía como objetivo destruir instalaciones militares en
la costa de Japón para abrir vías a una invasión del país asiático.
Según indagaciones realizadas por este
escritor, la bomba que se desarrolló con el apoyo logístico del gobierno de Nueva Zelanda y la tecnología aportada
por el de Estados Unidos, llegó a
tener potencia suficiente para causar una ola de “10 a 12 metros de altura”.
Las pruebas arrojaron el resultado de que
una única explosión no podía producir un tsunami, pero que la detonación de dos
millones de kilos de explosivo repartidos en diez cargas colocadas en línea y a
unos ocho kilómetros de la costa podía crear olas de un tamaño destructivo.
El plan, de acuerdo a Waru, fue apartado definitivamente en 1945, unos meses antes de que
aviones de la fuerza aérea estadounidense arrojaran las bombas atómicas sobre
las ciudades japonesas de Hiroshima
y Nagasaki.
En 1999, el diario New Zealand Herald, informó de que documentos desclasificados por
el gobierno indicaban que en Nueva
Zelanda se habían hecho pruebas para desarrollar una bomba con capacidad
para causar grandes olas. Por tanto, no se descarta que muchos de estos
tsunamis que han afectado costas de Japón, indonesia, entre otros países, sea
provocado por estas armas.
El tsunami que afectó Nueva Zelanda la madrugada de
este domingo pueda ser por estas mismas consecuencias. También se registró uno
en Santo Domingo y países aledaños e n América Central.
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