miércoles, 15 de febrero de 2017

La matanza de San Valentín



     Era el año de 1929 en la Ciudad de Chicago, las luchas entre las familias de la mafia habían alcanzado un punto álgido. La famosa Ley Seca había hecho que el hampa centrara sus actividades en el tráfico y contrabando de alcohol, era el negocio más rentable de la época, pero el control por ver quien lo distribuía estaba convirtiendo las calles en ríos de sangre.

     La noche del 14 de febrero, el Día de San Valentín, marcó un antes y un después en la historia del crimen organizado, Al Capone, el mafioso más peligroso de la época y tal vez de todos los tiempos. Era el momento en que dos de las grandes casas controlaban los negocios ilegales en Chicago, por un lado John Torrio, mentor de Capone y Dion O ´Banion, quien estafó años antes a Torrio con la venta de un inmueble, lo que le costó la vida.

     Con Dion ya muerto, el siguiente en el poder sería Bugs Moran, a su vez Torrio se alejó para dejar la cabecera a Capone, quien se quedó al mando del negocio.

     La mañana del 14 de febrero, a las 10:25, los hombres de Moran llegaron a un almacén situado en la calle 2122 en North Clark, para recoger un cargamento de alcohol, donde se vieron sorprendidos por una patrulla de la policía, seguida de un coche sin identificación. Este primer incidente, los de la banda de Moran desconfiaron pues se supone tenían carta blanca para operar, pero los agentes golpearon a los delincuentes y los pusieron contra la pared.


     Moran, que venía retrasado, se escondió en una cafetería cercana para evitar problemas. A las 10:30, los mafiosos, sí, no eran policías, rafaguearon a los hombres de Moran, lo que consumó la matanza de San Valentín.

     Uno de los asaltantes era Mc. Gurn, también conocido como Machine Gun, que fue el primer acusado por el crimen, pero salió absuelto debido a que tenía una coartada.

     Uno de los primeros funcionarios en llegar a la escena del crimen fue el inspector Herman N, Bundese, quien halló a seis cadáveres y una persona moribunda y más de 70 cartuchos en el suelo. Los rostros de estos hombres estaban desfigurados, cráneos que no tenían la tapa y cuerpos con órganos repartidos por el piso.

     Fue hasta el 14 de diciembre de ese año cuando las investigaciones de Bundese encontraron su propósito cuando detuvieron a un hombre relacionado con las armas homicidas y con el grupo criminal de Al Capone, pero no había pruebas fehacientes de que él hubiera ordenado la matanza por lo cual, el único detenido fue Fred Burke, a Capone se le detuvo años después por otros crímenes.


     Las investigaciones sugirieron que Capone había querido librarse de Moran y sus mejores hombres, pero la tardanza de este y su posterior refugio en la cafetería no permitieron eliminar al objetivo de “Scarface”.



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