Era el año de 1929 en la Ciudad de
Chicago, las luchas entre las familias de la mafia habían alcanzado un punto
álgido. La famosa “Ley Seca” había hecho que el hampa centrara sus
actividades en el tráfico y contrabando de alcohol, era el negocio más rentable
de la época, pero el control por ver quien lo distribuía estaba convirtiendo
las calles en ríos de sangre.
La noche del 14 de febrero, el Día de San Valentín, marcó un antes y
un después en la historia del crimen organizado, Al Capone, el mafioso más peligroso de la época y tal vez de todos
los tiempos. Era el momento en que dos de las grandes casas controlaban los
negocios ilegales en Chicago, por un lado John
Torrio, mentor de Capone y Dion O ´Banion, quien estafó años antes a Torrio con la venta de un inmueble, lo que le costó la vida.
Con Dion
ya muerto, el siguiente en el poder sería Bugs
Moran, a su vez Torrio se alejó
para dejar la cabecera a Capone,
quien se quedó al mando del negocio.
La mañana del 14 de febrero, a las 10:25,
los hombres de Moran llegaron a un
almacén situado en la calle 2122 en North Clark, para recoger un cargamento de
alcohol, donde se vieron sorprendidos por una patrulla de la policía, seguida
de un coche sin identificación. Este primer incidente, los de la banda de Moran desconfiaron pues se supone
tenían carta blanca para operar, pero los agentes golpearon a los delincuentes
y los pusieron contra la pared.
Moran,
que venía retrasado, se escondió en una cafetería cercana para evitar
problemas. A las 10:30, los mafiosos, sí, no eran policías, rafaguearon a los
hombres de Moran, lo que consumó la matanza de San Valentín.
Uno de los asaltantes era Mc. Gurn, también conocido como Machine Gun, que fue el primer acusado
por el crimen, pero salió absuelto debido a que tenía una coartada.
Uno de los primeros funcionarios en llegar
a la escena del crimen fue el inspector Herman
N, Bundese, quien halló a seis cadáveres y una persona moribunda y más de
70 cartuchos en el suelo. Los rostros de estos hombres estaban desfigurados,
cráneos que no tenían la tapa y cuerpos con órganos repartidos por el piso.
Fue hasta el 14 de diciembre de ese año cuando
las investigaciones de Bundese
encontraron su propósito cuando detuvieron a un hombre relacionado con las
armas homicidas y con el grupo criminal de Al
Capone, pero no había pruebas fehacientes de que él hubiera ordenado la
matanza por lo cual, el único detenido fue Fred
Burke, a Capone se le detuvo
años después por otros crímenes.
Las investigaciones sugirieron que Capone había querido librarse de Moran y sus mejores hombres, pero la
tardanza de este y su posterior refugio en la cafetería no permitieron eliminar
al objetivo de “Scarface”.
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