Un equipo de investigadores ha puesto al
descubierto la superficie original de la supuesta tumba de Cristo, según reveló en noviembre del año pasado la edición
internacional de National Geographic.
Primero había una cueva, o puede que fuera
una oquedad en la roca. En una tumba excavada en la roca maciza fue depositado
el cuerpo lacerado de Jesús de Nazaret.
Posteriormente, según Eusebio de Cesarea, la tumba sagrada fue tapada con tierra y con
piedras y, durante el mandato de Adriano,
se paganizó el lugar mediante la construcción de un templo.
Constantino, el defensor del cristianismo,
ordenó la demolición del templo, supuestamente erigido sobre la tumba de Jesús, y levantó una basílica que ha
sufrido numerosas destrucciones y reconstrucciones a lo largo de la historia.
La iglesia del Santo Sepulcro, en el centro de Jerusalén, incluye dos sitios sagrados: el Gólgota, donde Cristo fue crucificado; y su tumba…
vacía, pues resucitó de entre los muertos.
Seis órdenes cristianas custodian el Santo
Sepulcro: la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia
Apostólica Armenia y, en menor grado, la Iglesia Ortodoxa Siria de Antioquía,
la Iglesia Ortodoxa Copta y la Iglesia Ortodoxa Etíope. Todas están de acuerdo
en una cosa: allí se encuentra la sepultura de Jesucristo.
En 2015, las principales comunidades
cristianas aceptaron la visita de la Universidad Técnica Nacional de Atenas con
motivo de una inspección del Edículo, la estructura que cubre el sepulcro,
reconstruida en 1810 tras un incendio devastador. “Podremos ver la superficie rocosa en la que yació el cuerpo de Cristo”, dice Hiebert.
En la edición internacional de National Geographic del mes de
noviembre, que participa en el proyecto de restauración, señala que por primera
vez en siglos, los investigadores han puesto al descubierto la superficie
original de la supuesta tumba de Cristo.
La tumba ha estado sellada con un
revestimiento de mármol desde 1555 y muy probablemente desde varios siglos
atrás. ”Hemos retirado la cobertura
de mármol de la tumba y nos ha sorprendido la cantidad de material de relleno
que hay debajo”, explica Fredrik Hiebert, arqueólogo de National
Geographic Society. “El análisis
científico será largo, pero finalmente podremos ver la superficie original
rocosa en la que, de acuerdo con la tradición, yació el cuerpo de Cristo”.
Viaje por los escenarios de la Biblia.
La tradición cristiana afirma que el
cadáver fue extendido sobre una plataforma o cama sepulcral labrada en la cueva
de piedra caliza y que siglos después quedó encerrada en el Edículo. El
análisis de la roca original podría aportar información sobre la forma
primordial de la tumba y sobre su evolución a lo largo de los siglos, desde que
fue detectada por Helena de
Constantinopla, la madre del emperador Constantino,
en el siglo IV. “Estamos
rehabilitando el Edículo y este es un momento crítico”, expresa Antonia
Moropoulou, la supervisora de los trabajos de restauración, de la
Universidad Técnica Nacional de Atenas.
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