domingo, 13 de mayo de 2018

¿Estamos preparados para el fraude electoral?



Por: Jesús Díaz


    A diario  leemos en los periódicos, escuchamos en la Radio, lo vemos en la televisión o nos enteramos por las redes sociales, sobre el curso que está tomando el proceso electoral en el país, y del cual se habla sobre un fraude electoral orquestado desde la cúpula gubernamental y auspiciada por el Sistema Político Neoliberal que hasta hoy nos gobierna.

     En los medios de comunicación se habla sobre un estallido social que pudiera gestarse en caso de que se cometiera algún fraude electoral en las votaciones del 1 de Julio próximo, donde  más de 88 millones de mexicanos en edad de votar podrán cambiar el rumbo que hoy México necesita para salir de la pobreza en la que se encuentra.

     En las redes sociales se discute al respecto sobre este hecho ¿Puede haber fraude? A la cúpula priista le incómoda que  AMLO tenga ventaja de 18 puntos sobre Meade, según el diario Reforma, pero si quisieran ver a José Meade muy por arriba de López Obrador, que consulten en el Heraldo de México,  y verán a su candidato sorprender en las puntuaciones.


     Otros medios informativos señalan simplemente que Ricardo Anaya Cortés va al frente en las preferencias electorales en el país, y mencionan a López Obrador como el Gran perdedor”. Todo dependerá de lo que nosotros queramos saber, porque tanto los Partidos Políticos como los propios candidatos pagan a las casas encuestadoras miles de pesos para que en la consulta popular se publiquen en los periódicos lo que ellos quieren que salga.

    Las encuestas son solo un reflejo de la opinión pública que realizan las casas encuestadoras, porque a su vez las “encuestas” redefinirán a la opinión pública, razón por la que, hay encuestas para todos los gustos y sabores.

     No está demás fijarnos de donde vienen estas informaciones, porque hay encuestadoras buenas, malas y regulares, eficientes e ineficientes, corruptas y honestas. El problema radica en saber quién es quién  en la difusión de los resultados, no depende de la calidad de la marca encuestadora.



     Las malas campañas han llevado a los Partidos Políticos a llevar la batalla al terreno de las encuestas, negocian con las casas encuestadoras para generar resultados favorables a su causa, no importándoles tener que pagar millones de pesos para que los resultados impacten a favor de los ciudadanos.

Para los analistas un fraude electoral llevaría a México al caos social y político, se darían levantamientos sociales en diversos estados del país, sería algo así como una nueva revolución social para sacar del gobierno a quienes hoy nos tienen en la pobreza, en una situación  económica que solo beneficia a los pudientes políticos y a la clase empresarial neoliberalista.

     El 1 de Julio Andrés Manuel López Obrador se convertiría en Presidente de México, según se señala en las redes sociales por quienes lo siguen y comulgan con su doctrina política. Y ¡Aguas! Si el tabasqueño llega en el día de las votaciones con un margen a favor de diez puntos porcentuales o más a una semana antes de las elecciones, no habrá manera de que alguien le gane, al menos que sus adversarios convenzan al electorado de que ellos son la mejor opción.

      En el 2006 a diferencia del 2012 si se dio fraude electoral llevado a cabo antes y  durante el proceso electoral para la elección Presidencial que dejó muy mal parado al IFE, pero que convirtió en mártir a López Obrador.


     La intervención  en ese entonces del presidente de México, Vicente Fox Quesada por dejar a Felipe Calderón Hinojosa en el poder, fue evidente, pues acordaron desaforar a  Obrador e  inhabilitarlo para cualquier función pública a futuro, y se fraguó una campaña agresiva anti publicidad en su contra, ejecutada por el PAN y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

     El IFE no estuvo a la altura de las circunstancias y se prestó al Gran Fraude Electoral que se gestó en contra de AMLO, como sucedió también con el candidato de izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas al asumir al poder Carlos Salinas de Gortari hace unos 30 años.

     En el 2012 fue distinto, porque Enrique Peña Nieto, fue influenciado años antes de la elección por medio de las televisoras para ganar simpatizantes, pues tanto él como López Obrador que continuaba en campaña después de su primera derrota presidencial en 2006, ambos ventilaban su imagen en la televisión, radio, prensa escrita y las redes sociales que ya jugaban un papel muy importante en la opinión pública.



      Y Andrés Manuel enfrentó su segunda derrota electoral, aunque ambos iban manchados en el proceso electoral del 2012, donde quedó de manifiesto que el Sistema Político Económico de la mano de las televisoras y otros medios no iban a llevar al poder a otro que no fuera el candidato prefabricado que construyeron.

     Sin embargo, las cosas hoy han cambiado, la gente ha despertado y no permite ya más imposiciones de ninguna índole, en este proceso electoral poco más del 30 por ciento de los electores son jóvenes que no permitirán que sus derechos sean mancillados como  les sucedió a sus padres que toda la vida fueron engañados con migajas de recursos que recibían del propio gobierno neoliberalista.

     El PRI con Peña Nieto  y sus aliados lograron la victoria con viejas artimañas al estilo del viejo oeste priista, pero nunca hicieron nada por su país, solo enriquecerse a costas del erario público y del esfuerzo económico que devengan las clases sociales que sí pagan sus impuestos.

     Por eso el hartazgo de la sociedad llegó ya a su límite y su enojó e inconformidad en contra de las decisiones de gobierno, se verá  reflejada este 1 de julio en las urnas electorales, donde esperan que el cambio se vea reflejado en sus bolsillos, no en las cuentas privadas de funcionarios públicos y pudientes políticos y empresarios.

     Actualmente, tanto el PRI y sus aliados (PVEM, PANAL), así como las televisoras, viven una de sus mayores crisis, y aún cuando tienen un buen candidato en la persona de José Antonio Meade Kuribreña, tienen la situación más complicada.

     Difícilmente, que Meade Kuribreña, pueda alcanzar los votos necesarios para arribar a los Pinos, debido a que en 8 de las 9 gubernaturas en juego las tiene perdidas su partido, y en la mayoría  de las 20 elecciones locales perderá la mayoría en el Congreso.

     Mucha de la otrora militancia priista ya se está enfilando hacia otros partidos políticos que no los tomen solo como Borregos”, porque ya vieron que la nave se hunde junto con los que quedan del viejo sistema priista, todo por no conducir a su pueblo a mejores oportunidades de vida económica, política y social.


     Lo más probable en este proceso electoral del 2018 que la elección Presidencial se defina entre Ricardo Anaya Cortés y Andrés Manuel López Obrador, quienes han propuesto no dar continuidad a las políticas neoliberales que han sido implantadas desde el gobierno salinista.

     Y para evitar un Fraude Electoral en las elecciones de este año, es necesario que también  el INE esté a la altura de las circunstancias y no suceda como sucedió en las votaciones del 2006 y 2012 cuando se prestó al Fraude Electoral, que ni mucho menos permita que el Presidente o los gobernadores metan las manos en las elecciones.

     La posibilidad de un estallido social, dista mucho de llevarse a cabo cuando la economía de los mexicanos está por los sueldos, poro sí pueden cambiar el rumbo de México acudiendo a las urnas electorales este 1 de Julio para depositar su  usufructo a favor del candidato de su preferencia, que más haya convencido con sus propuestas de campaña.  Tú decides tu futuro. Di no al Fraude electoral.       

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