Por: Jesús Díaz
Moneda Antigua... |
Desde tiempos remotos la humanidad ha tenido conocimiento de la llegada de seres de las estrellas al Planeta Tierra, incluso ha convivido con seres espirituales y del bajo astral.
Hoy en día, gracias a la tecnología podemos saber de todo cuanto acontece en el globo terráqueo, conocer de los últimos descubrimientos arqueológicos, avistamientos de OVNIS o desastre natural alguno, incluso saber lo que hacen los personajes de la política o del mundo artístico.
En lo personal estoy plenamente convencido de la existencia de seres extraterrestres no porque los haya visto, sino a través de cientos de investigaciones y entrevistas que he realizado en diversas partes del país y del extranjero con personas que han tenido la oportunidad de verlos y poder fotografiarlos o video grabarlos, o incluso entablar alguna platica informal con ellos.
Son tantos los planetas que pueblan esta galaxia que sería incongruente pensar que solo la Tierra sería el único mundo habitado por la humanidad, cuando es del conocimiento público que nuestros científicos han descubierto dentro y fuera de nuestra galaxia numerosos planetas similares al nuestro que podrían albergar vida humana.
Incluso, desde la antigüedad, nuestros antepasados tenían conocimiento de la presencia de seres extraterrestres en nuestro mundo, muchos de los cuales hicieron contacto con ellos, y quizás recibieron algún aprendizaje espiritual o tecnológico para conocimiento de la humanidad.
Pintura sobre lienzo... |
Podemos saber de ellos a través de pinturas rupestres, lienzos, cuadros realizados por pintores de la época, vasijas de barro que han sido encontrado en cuevas y ruinas arqueológicas, etc. Y que dan cuenta de Contacto con estos seres desde la antigüedad.
Con los avances tecnológicos de los que podemos contar hoy en día, nos permiten detectar la presencia de estos seres que según, los “Contactados” nos preparan para un Contacto inminente con estos personajes que nos visitan desde el inicio de la humanidad.
Recién tuvimos conocimiento de una fotografía enviada por los lectores de Facebook a la revista peninsular METRÓPOLI SUR donde aparece una extraña nave en una moneda francesa del año 1689, con la inscripción de las palabras en latín de “Oportunus adest”, cuya traducción al español dice “Vamos a estar aquí en el momento oportuno”.
Muy interesante esta fotografía enviada por Saikuna a través de nuestros lectores, porque en él se refleja el sentir de la sociedad de aquella época, y plasmar no solo en lienzos, vasijas de barro y en cavernas lo que ellos podían apreciar del cielo, es algo digno de contar porque se refleja el sentir de la sociedad de aquella época.
Sobre el significado de estas palabras inscritas en la moneda francesa, hoy podemos saber con seguridad los motivos que orilló a estas personas plasmar en una moneda lo que ellos presenciaban en aquel entonces, pues se trata de que entendamos de que no estamos solos en el Universo, de que otras formas de vida existen más allá del cosmos y que nosotros somos parte de la creación de “Dios Nuestro Señor”, ese ser de luz creador que siempre está entre nosotros.
Algo curioso comparar lo que se dice en la moneda antigua del retorno de estos seres, pues también en el Calendario Maya se habla de la llegada del Dios “Bolom Yok-té”; en la Biblia se dice de la llegada de Jesucristo y las consecuencias de los actos del hombre que están plasmadas en el Apocalipsis de San Juan; en las Centurias de Nostradamus y demás profetas que viven entre nosotros aún hoy día, y que en sus predicciones dan cuenta sobre estos casos aún por acontecer.
Quizás nosotros no lo veamos, pero nuestros hijos vivirán en carne propia las cosas que no hicimos bien y pagarán la culpa por nuestros actos, pero de que algo muy grande está por acontecer, tengan por seguro que si es verdad, y esto vendrá del cielo. Tanto Giorgio Bongiovani como mucha gente que tienen los conocimientos necesarios para conocer de donde venimos y a donde vamos, saben de lo que vendrá muy pronto, razón por la que estos seres están preparando a la humanidad antes de su llegada, como la de Jesucristo.
Pintura rupestre... |
El contacto con estos seres está muy cerca y se dará precisamente con el cambio de esta Era para entrar a una nueva Era Espiritual que nos señalan los mayas en su Calendario. ¿Será precisamente este 21 de diciembre próximo? No lo sabemos, solo Dios Nuestro señor sabe el día y la hora de todo lo que acontezca en este mundo, pues coincide con los desastres naturales que están afectando a la humanidad, por toda la podredumbre que el hombre le ha causado a la madre Tierra, quien en su agonía se sacudirá de todo el daño que le hemos hecho, afectandonos de esta manera a los seres humanos que habitamos esta Tierra.
Es por ello de la presencia de estos seres para advertirnos del daño que le hemos causado a la madre Tierra y de las consecuencias que sufriremos por nuestros actos, tales como la presencia de terremotos, sismos, sequías, Tsunamis y demás desastres naturales que estamos padeciendo por nuestra causa, por querer entrar a una era tecnológica que aún no estamos preparados para aceptarla.
Respecto a la pieza antigua, el lector comenta que no es una moneda, sino un "Jeton", una herramienta educativa que se usaba en la antigüedad en Europa para ayudar a las personas a contar dinero; también se usaba como ficha de juego.
El lector señala que existen muchisimos "jetones" en todo el mundo, todos con diferentes diseños religiosos y educativos que se hicieran en Europa en el Siglo XVI. Basandose en esta información podríamos deducir que la imagen de este "Jetón" es una representación de la rueda de Ezequiel, no necesariamente la de un OVNI.
Muchos "jeton" de este tipo contenían representaciones alegóricas, mitológicas y es precisamente en la mitología donde se ha encontrado un referimento literario que puede explicar la naturaleza de aquel objeto redondo que se encuentra entre las nubes y la Tierra. Gracias a nuestros lectores por su aporte en este tipo de misterios, porque a veces uno es incrédulo a lo que ven sus ojos, pero la respuesta está en nuestras mentes, y en el cielo también.
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