Una mujer rusa llamada Marta Yegorovnam, residente en Petrozavodsk, una ciudad al oeste de Rusia, en 2009 escuchó una fuerte explosión fuera de su casa, lo que la llevó a salir para ver lo que pasaba.
En las proximidades encontró un Objeto Volador No Identificado (OVNI) en llamas que había chocado contra el suelo, al lado del cual se encontraba un alíen muerto.
No daba crédito a lo que veían sus ojos, pues un escalofrío invadió su cuerpo que no sabía que hacer, si avisar a las autoridades policiacas o no, porque aquello que tenía frente a ella era algo de otro mundo.
Para evitar que los curiosos se dieran cuenta de lo que había en el interior de la nave, como pudo se llevó al extraterrestre hacia su casa.
Cuidadosamente lo envolvió en un plástico y lo metió en el congelador, lugar en el que ha estado durante estos dos últimos años, compartiendo espacio con los nuggets de pollo y las empanadillas de bonito. (FUENTE: Pueblo en línea)
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