Por: Jesús Díaz
Salvador Villanueva Medina... |
Adentrarse al fascinante mundo de la
investigación OVNI es fabuloso,
sobre todo cuando uno se encuentra con casos que rebasan más allá de
lo sobrenatural, de lo que nuestra mente puede captar. He estado en
diversos lugares de México, Belize y Guatemala, de los cuales poseo importantes
testimonios de personas que han vivido encuentros extraordinarios con estos
enigmáticos Seres, incluso, me han enseñado fotos y videos que celosamente
guardan de ellos.
De las naves interestelares que han
bajado a la Tierra y dejado huella en diversos lugares como Quintana Roo,
Belize y Guatemala, tenemos conocimiento al igual que obran en nuestros
archivos OVNI fotografías de estas
entidades.
Entre los casos más sobresalientes está
el encuentro que un contador de la ciudad de México tuvo con un extraterrestre
durante una travesía en barco entre Playa del Carmen y Cozumel en la década de
los noventas; o los encuentros que pobladores mayas de José María Morelos han
tenido con estas naves al bajar en las lagunas con algún fin.
Pero en este reportaje nos avocaremos a un
relato que llegó a nuestras manos sobre el Contacto
que un paisano mexicano del DF tuvo con estas entidades de las estrellas.
Se trata de Salvador Villanueva Medina, quien hasta hoy radica en México, D.F.,
quien nos narra su encuentro con seres del Planeta Venus. Esta es la historia:
Una noche cualquiera de invierno llegamos
a las puertas de su casa. Tuvimos la suerte de ser recibidos por él. La familia
estaba viendo la televisión, pero en forma muy amable apagaron la televisión y
nos dejaron a solas con él en su sala.
Planeta Venus... |
Es un hombre muy sincero y bondadoso; no
es ocultista ni espiritista ni nada por el estilo; no presume de sabio; y a
pesar de haber vivido la más extraordinaria aventura cósmica, realmente no
tiene nada de orgullo.
No nos proponemos en esta historia narrar
en detalle lo que sucedió a este hombre; sólo queremos hablar en síntesis y eso
es todo. En el mes de agosto del año de 1953,
este hombre estuvo personalmente en el Planeta
Venus. Su nombre es SALVADOR
VILLANUEVA MEDINA.
El acontecimiento sucedió cuando menos lo
esperaba. Conducía un carro de alquiler con una pareja de NORTEAMERICANOS rumbo
a los Estados Unidos por el territorio mexicano a lo largo de la carretera de
Laredo.
Llevaba
recorridos 484 kilómetros cuando se dañó el carro. Los GRINGOS abandonaron el
carro y se fueron en busca de una grúa para llevar el carro al pueblo más
cercano con el propósito de repararlo.
Este fue el principio de la aventura, Salvador se metió debajo del carro para
intentar repararlo; de pronto escuchó pasos en la arenilla de la carretera y
alguien le preguntó en perfecto español qué le pasaba al coche. Salvador guardo silencio y al salirse
fuera del lugar ocupado por el carro, se encontró frente a un hombre
extrañamente vestido que medía poco más o menos 1 metro con 20 centímetros.
El cuerpo de dicho hombre era de una
perfección extraordinaria; blanco como el armiño y lleno de belleza en todo su
conjunto. Lo que más le llamó la atención a Salvador fue el raro uniforme y el misterioso cinturón
resplandeciente.
El extraño ser llevaba el cabello largo y
usaba un casco metálico muy especial. Fueron realmente pocas las palabras que
entre ambos se cruzaron en ese instante. Poco después se despidió cortésmente y luego se metió entre
la montaña.
Lo más interesante vino después cuando ya
Salvador Villanueva, dormía; unos
Fuertes golpes en la ventana de su carro lo despertaron sobresaltado. Sin
pensarlo mucho, abrió la puerta de su carro y su sorpresa fue mayúscula al ver
otra vez al mismo personaje acompañado con otro que tenía el mismo aspecto y el
mismo traje.
Villanueva
Medina, los invitó a entrar en su carro y luego trató de ayudarles a cerrar
la portezuela, pero al estirar el brazo derecho sobre ellos con dicho
propósito, sintió una corriente eléctrica que le paralizó momentáneamente el
brazo.
La plática en el carro fue maravillosa.
Ellos le manifestaron a Salvador que
venían del Planeta Venus. En
principio no les creyó y hasta se indignó creyendo que estos caballeros se
burlaban de él. Salvador llegó
inclusive a afirmar que solo el planeta tierra podía tener habitantes; dijo que
así lo había aprendido por las afirmaciones de los sabios de la tierra, etc.
“¿Qué
les hace pensar tal cosa?” Le
preguntaron- ¿Acaso los deficientes medios de que disponen para sus cálculos?
¿No les parece demasiada pretensión creer que son los únicos seres que pueblan
el Universo?”
Salvador Villanueva Medina... |
Estas palabras ya se le hicieron muy
raras a Salvador Villanueva y además el color de esos
rostros tan blancos, sus expresivos ojos, su extraña voz, sus extraños cascos,
sus misteriosos cinturones, etc. le hicieron pensar muchísimo.
Sería largo narrar toda la conversación
que Salvador tuvo con esos
Venusinos; ellos le contaron cómo era la vida en Venus; cómo vivían, qué comían, cómo eran sus ciudades, sus calles,
etc., etc.
También lo sacaron de dudas explicándoles
que ellos podían convertir lo perjudicial en benéfico y formar artificialmente
su clima, su ambiente, etc. En esas condiciones si Venus fuera INHABITABLE,
ellos lo harían Habitable porque sus adelantos científicos se lo permiten.
Empero es claro que VENUS es
perfectamente habitable.
Ya amanecía y los Venusinos en forma muy
amable lo invitaron para que les
acompañara hasta el Planeta Venus. Salvador salió del carro tras estos
misteriosos hombres y ciertamente después de un rato de andar por entre la
montaña, se detuvo ante una espectacular Nave.
Esta era una esfera achatada majestuosa e
imponente que se apoyaba en tres boyas que formaban triángulo. Dice salvador que el conjunto era
impresionante y que dizque daba la impresión de ser una gran fortaleza.
Salvador entró a la nave, se cerraron las
portezuelas y ésta partió rumbo al planeta Venus.
Todo lo que vio Salvador en Venus fue extraordinario. La
civilización Venusina es formidable.
En Venus la civilización ha llegado a la
cúspide. Allí no se necesita el dinero. Cada ciudadano trabaja dos horas
diarias y a cambio de ello, tiene derecho a todo lo que el ser humano necesita
para la vida: transportes, alimentos, vestuarios, vacaciones, ciencia, etc.
Todo es de todos; si alguien necesita un carro, lo coge, lo usa y luego lo deja
en su lugar de estacionamiento. Si tiene hambre, come en cualquier hotel y nada
tiene que pagar, porque como está trabajando, tiene derecho a todo. Si necesita
vestido lo pide en un almacén y no paga nada, porque como trabaja tiene derecho
a vestirse, etc., etc., etc.
En el planeta Venus los carros se mueven con energía solar. Los alimentos
principales se sacan del mar. Las huertas están sobre las azoteas de las casas
y edificios.
En Venus los pescados y las frutas
constituyen el alimento básico. No hay gobierno, ni patrias; todo el planeta es
la patria y sólo los sabios dirigen y aconsejan.
Preguntaba yo a Salvador sobre la cuestión religiosa y la respuesta fue que en Venus no existen religiones y que cada
ciudadano se comporta en la calle como si estuviese en un templo. Cada persona
en Venus, considera que el templo está
dentro de nosotros mismos.
Las banquetas o aceras de las calles en
las ciudades de Venus no están quietas
y están formadas con bandas metálicas que están en movimiento y ahorran
esfuerzo a los peatones. El arroyo de las calles es decir el centro de las
calles tiene cintas metálicas que recogen la fuerza del sol con la cual se
mueven los carros.
En Venus
todo es de todos y toda la familia Venusina es una gran familia. Los niños
nacen en salas especiales de maternidad y se educan y levantan en hogares
colectivos. Cuando un niño nace, es marcado en un pie. Esa marca indica su
origen y facultades. De acuerdo con eso se educa ese niño en el hogar
colectivo. Cuando ya es mayor de edad, pasa a ocupar el puesto que le
corresponde en la sociedad.
En estas condiciones la familia
particular no existe; todos en Venus
son una sola familia única. Allí no hay hambres ni guerra, ni clases sociales.
Allí sólo reina la Sabiduría y el Amor. Me pregunto ¿Por qué en el Planeta
Tierra no podemos vivir así como ellos?
Salvador Villanueva Medina, estuvo en Venus viviendo varios días. En ese planeta encontró a dos franceses
residentes; ambos hermanos gemelos y veteranos de la segunda guerra mundial.
También ellos fueron transportados a Venus
y luego suplicaron y clamaron a los Venusinos para que no los trajeran de
regreso a la tierra; allí viven felices.
Salvador regresó al planeta tierra; fue traído
y de regreso para que les hiciera saber a los habitantes de la tierra que Venus está habitado. Y el Gobierno de
los Estados Unidos como la NASA lo
saben cómo también saben que a menudo visitan nuestro Planeta Tierra.
Los laboratorios PHILIPS analizaron tierra y plantas en el lugar donde Salvador localizó la Nave Cósmica y
hallaron un desorden molecular y atómico muy extraños. Jorge Adamski el científico norteamericano que conoció a unos
Venusinos en el desierto de nevada, también se puso en contacto con Salvador y dictó sobre este tema una
conferencia en el teatro Insurgentes de México, D.F.
Grandes científicos alemanes investigaron
el terreno donde SalvadorVillanueva,
halló la Nave Cósmica y el resultado de sus investigaciones fue el mismo de la
casa PHILIPS. Un gran Científico
vino del palacio de los reyes de Inglaterra a investigar el caso, y las
conclusiones son las mismas de la casa PHILIPS.
Por estos tiempos difíciles en que
vivimos, seremos ayudados por los habitantes de otros planetas. Es necesario
aprender a comunicarnos telepáticamente con ellos, Jesús dijo: “Pedid y se
os dará. Golpead y se os oirá”.
Todos podemos visitar otros planetas si sabemos pedir.
Los Gnósticos deben desarrollar la
telepatía. Los Gnósticos deben salir a los campos, a los bosques más profundos
y allí en paz y profunda meditación, comunicarse telepáticamente con los
Venusinos o con los Mercurianos o Marcianos y rogarles los lleven a Venus,
Marte o Mercurio.
Ángeles de ayer, extraterrestres de hoy... |
En la paz de las montañas, o en la playa
solitaria, cualquier día podemos tener la dicha que tuvo Salvador Villanueva Medina. Cada uno de nosotros puede ser llevado
a Venus u otros mundos. El sistema
para comunicarnos con esos Hombres
Ángeles es la telepatía. El Movimiento
Gnóstico Cristiano Universal tiene formidables sistemas para desarrollar la
telepatía.
Quien quiera visitar otros mundos, no
debe beber, ni fumar, ni tener vicio alguno. Nuestro Misionero Gnóstico
Internacional Joaquín Amortegui, fue
visitado por una Nave interplanetaria en su retiro del Summum Supremun Sanctuarium.
Las ondas del pensamiento de cualquier
suplicante viajan al planeta Venus en pocos segundos, y si somos dignos y
merecedores, podemos recibir respuesta.
Un día cualquiera, en la soledad del
campo podemos tener la dicha de ver aterrizar una Nave Cósmica cerca de
nosotros y entonces pueden llevarnos, Mercurianos, Marcianos, etc. son hombres
verdaderos con cuerpo de carne y hueso. Hombres con alma de Ángel, Hombres Ángeles.
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