· El trágico accidente en que falleció la cantante está generando preguntas sobre la seguridad de estos vuelos en México, donde varios empresarios y funcionarios han perdido la vida en circunstancias similares…
El accidente de aviación en que murió la
cantante Jenni Rivera, provocó más
que la tristeza de sus seguidores: en México muchos recordaron percances
similares que en los años recientes costaron la vida a empresarios y
funcionarios del gobierno federal.
Uno de los casos que más se evocaron fue
el del Juan Camilo Mouriño,
secretario de Gobernación, quien falleció en noviembre de 2008 al caer su
aeronave en una concurrida avenida de Ciudad de México.
Como Rivera,
conocida como la “Diva de la Banda”, el funcionario viajaba en un avión
modelo Lear Jet.
A la muerte de Mouriño siguió la de Francisco
Blake, también secretario de Gobernación quien falleció en noviembre de
2011 el chocar el helicóptero en que viajaba contra un cerro en los suburbios
de la capital mexicana.
Estos percances, junto con otros
ocurridos a empresarios, militares, policías y funcionarios de gobiernos
locales, mantienen en alerta a las autoridades mexicanas.
Jenni Rivera... |
El secretario de Comunicaciones y
Transportes, Gerardo Ruiz Esparza,
reconoció que es necesario revisar las regulaciones mexicanas sobre los vuelos
privados.
“Ha
habido algunos avances pero creo que hace falta muchísimo por hacer”, dijo a medios locales.
Uno de los temas a revisar, añadió el
funcionario, es la edad permitida para tripular aeronaves en México pues según
documentó la Secretaría de Comunicaciones, uno de los pilotos del Lear Jet 25 donde viajaba Jenni Rivera, tenía 78 años de edad.
“Creo
que no está normal que una gente de edad tan avanzada esté manejando un avión”, insistió.
La raíz del problema…
La seguridad de los vuelos privados y las condiciones de
las aeronaves de los distintos gobiernos ha sido una preocupación de las
autoridades mexicanas.
Recientemente, por ejemplo, la
Procuraduría General de la República (PGR)
despidió a más de 80 empleados de la Dirección
de Servicios Aéreos, quienes aparentemente estaban involucrados en la venta
de refacciones nuevas destinadas al mantenimiento de las aeronaves.
Juan Camilo Mouriño... |
Una auditoría realizada a la flotilla de
aviones y helicópteros estableció que, con frecuencia, agentes y funcionarios
de la PGR volaban en aparatos que no
cumplían con las condiciones mínimas de seguridad.
Y antes la fiscalía investigó un probable
caso de asignación irregular de contratos para el mantenimiento de aeronaves
del gobierno federal, entre ellas las utilizadas por el entonces presidente Felipe Calderón.
La falta de supervisión en las flotillas
oficiales es uno de los problemas más serios de la aviación civil en el país, señala
Miguel Ángel Valero, presidente del
Colegio de Pilotos Aviadores (CPA).
“Las
empresas comerciales están muy reguladas, son muy seguras, incluso son auditadas
por compañías extranjeras”, explica.
“Pero
la aviación del estado no se ve obligada a que se audite, particularmente en
los gobiernos locales”.
Escuelas patito…
De acuerdo con reportes de empresas de
aviación estadounidenses, en los últimos años la guerra contra el narcotráfico
aumentó el uso de aviones privados por parte de empresarios y familias
adineradas que temen viajar por carretera, especialmente en la región noreste
de México.
Es una zona que disputan la banda de Los Zetas y la alianza de carteles de Sinaloa y del Golfo.
La demanda de aeronaves propició el
aumento de escuelas de pilotos, que en varios casos no cumplían con los
parámetros internacionales de capacitación, según el CPA.
Las autoridades reconocen que varios de
los recientes percances de aviación ocurrieron por errores de los pilotos. Fue
el caso de la muerte de Mouriño, Blake Mora y el empresario Moisés Saba, por ejemplo. Después de
los accidentes las autoridades revisaron las condiciones de operación de estas
escuelas.
Así, los problemas de capacitación parecían
resolverse... hasta hace poco. Semanas antes de concluir el gobierno de Calderón, la Dirección General de
Aeronáutica Civil (DGAC) cambió las
condiciones para otorgar las licencias para tripular aeronaves.
Antes del decreto, para ser piloto era
necesario contar con estudios universitarios y obtener una cédula profesional
de empleo, un reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública a los
estudios realizados.
Pero el gobierno de Calderón eliminó el requisito, con lo cual, afirma el presidente
del Colegio de Pilotos, se facilita el camino a las escuelas improvisadas,
conocidas en México como “academias
patito”.
Y también aumenta el riesgo para la
aviación civil. “Vamos para atrás,
ya vivimos experiencias amargas en cuanto a la laxitud en la entrega de
licencias de pilotos”, afirma Miguel Valero.
La SCT,
en cambio, insiste en que promoverá mejores normas para el tráfico aéreo en
todos sus aspectos. “Trataremos de
tomar cartas en el asunto de inmediato para dar respuesta”, afirmó el
secretario Ruiz Esparza.
“Que
haya mejor regulación y más garantías, sobre todo para los usuarios”… (FUENTE: por: BBC Mundo.com).
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