martes, 12 de marzo de 2013

Vaticano… El ABC del Cónclave


                     


      Es la primera vez en siglos que el colegio cardenalicio deberá buscar un nuevo pontífice cuando el anterior aún no ha fallecido, ¿cómo puede influir este hecho en el transcurso de la asamblea?, el profesor de Historia de la Iglesia Alberto Melloni habla de este y otros aspectos incluyendo los pasos a seguir para elegir al nuevo representante de la iglesia católica, lo que significa para ellos un nuevo reto.

Constitución apostólica...

      Desde el punto de vista normativo no hay grandes cambios respecto a la Constitución apostólica sobre el cónclave aprobada por Juan Pablo II en 1996, y que en gran parte está aún en vigor.

      Algunos cambios fueron introducidos por Benedicto XVI tres días antes de su renuncia, con un motu proprio en el que da libertad al colegio cardenalicio para comenzar el cónclave si todos los electores están en Roma sin esperar 15 días; hace automática la excomunión de quien revele los secretos de las deliberaciones y reintroduce la mayoría de dos tercios cuando, después de 24 fumatas negras, se vote solo entre los dos cardenales con más apoyos (antes debía ser la mitad más uno).

Cuatro votos al día...

      La elección del nuevo papa no debería demorarse, es difícil imaginar un cónclave largo votando cuatro veces al día, indicó Melloni. Durante el siglo pasado el más largo, seis jornadas, fue el que eligió a Pío XI en 1922.

 4 de 9 Buscando al mejor candidato…
      El cónclave comienza con la celebración en la basílica de San Pedro de la misa votiva Pro eligiendo Papa, tras la cual los cardenales se dirigen en procesión y recitando letanías a la Capilla Sixtina, en la que cantarán el Veni Creator Spiritus, para invocar la ayuda del Espíritu Santo en la elección del sucesor de Pedro, por una mayoría de dos tercios.

Pacto de silencio...

      Una vez que juren mantener el secreto de todo lo que se diga o haga en el cónclave, el maestro de Ceremonias Pontificias pronunciará la frase extra omnes y todos los ajenos al cónclave saldrán de la Capilla, donde comenzará el encierro.

Reunión en la capilla sixtina para la elección Papal...

      Los cardenales, rodeados de los espectaculares frescos pintados por Miguel Ángel, dispondrán de un pedazo de papel con las palabras eligo in summen pontificem en el que escriben, enmascarando su caligrafía, el nombre de su favorito y que depositan en una urna ovalada, tras lo que tres escrutiñadores hacen el recuento. Los votos son todos enhebrados en un hilo que debe pasar con exactitud por la o de eligió y una vez hecho el cómputo pasan a la estufa.

Los colores de la decisión...

      Del transcurso del cónclave solo podrá saberse por las fumarolas: Negra si no hay acuerdo y blanca para anunciar al mundo que hay nuevo Pontífice. En esta ocasión, como novedad, habrá dos estufas, una que se usará para quemar las papeletas y otra en la que se hará la fumata, para evitar así equívocos en cuanto a su color.

Un Papa con firmeza...

      En estos días muchos intentan adivinar quién será el nuevo pontífice. Melloni no entra en quinielas pero señala que lo fundamental es el retrato que del papa se hagan los cardenales antes del inicio de la votaciones.

      En su opinión, está claro que todo este aparente rigor puritano que surge en estos días tiene una intención muy clara de carácter conservador y por lo tanto da la idea de que es necesario un papa sheriff, con más poder para castigar los excesos del poder. Pero la alternativa, como siempre en la iglesia, es un papa pastor que con más pobreza y más sentido evangélico detenga esta deriva del poder que piensa solo en sí mismo.

La metamorfosis en la iglesia...
      Según Melloni, Lo importante es tener un papa pastor que sea capaz de ocuparse no solo de la fuerza de la iglesia sino de la belleza de la iglesia. Hoy se dice que la iglesia es débil y debe convertirse en fuerte pero la realidad es que la iglesia hoy es fea y debe convertirse en bella.


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