domingo, 1 de abril de 2012

Decidamos nuestro futuro… Por un mejor proyecto de nación



Por: Jesús Díaz
      México en la actualidad atraviesa por momentos críticos de recisión económica mundial, donde la política está muy desgastada y no hay credibilidad en nuestras autoridades, lo que ha ocasionado que los niveles de pobreza aumenten ante la falta de fuentes de empleo y por ende los índices delictivos.
      El neoliberalismo imperante impuesto por los gobiernos priistas y continuado por los panistas beneficia a la clase pudiente y ricos empresarios, no así a los obreros y campesinos, porque el neoliberalismo lejos de servir para mejorar la economía de la clase media fue hecho a la medida de la clase pudiente, y en el país cada vez son más los mexicanos que viven en la pobreza, mientras que la economía se acumula en unos cuantos.
      Como ejemplo, a finales de la década de los noventa cuando el gobierno priista entregó el poder político a los panistas había poco más de 50 millones de mexicanos viviendo en la pobreza, hoy a 12 años del gobierno blanquiazul esa cifra ha aumentado a más de 60 millones de pobres en el país, o sea, que cada vez los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.
      Razón por la cual considero que ha llegado el momento de que decidamos por nuestro futuro, por un cambio que nunca llegó con Vicente Fox Quesada y que se estancó con Felipe Calderón Hinojosa, necesitamos un nuevo rumbo político para el país donde la economía de los mexicanos se reflejen en sus bolsillos, donde el campo vuelva a producir y se evite la importación de productos transgénicos, que haya mayores fuentes de empleo y la industria vuelva a resurgir.
      Es hora de elegir a nuestros gobernantes no que nos lo impongan los Partidos Políticos y los dueños del dinero que solo ponen títeres para que sean manipulados a su antojo durante su gobierno, muchos de ellos no pagan impuestos por aportar grandes cantidades de recursos económicos para Campañas Políticas, y todavía así desvían el presupuesto para las grandes empresas nacionales, transnacionales y Latifundistas, mientras que los campesinos siguen recibiendo migajas del gobierno para medio trabajar la tierra, mientras que a la clase obrera la siguen explotando con salarios míseros que no alcanzan para cubrir las necesidades de la familia.
      Eso sí, los aumentos en los perecederos y productos de la canasta básica seguirán a la alza, y la Micro industria continuará cada vez pagando mayores impuestos fiscales, porque en algo los gobiernos tendrán que justificar el recurso que no pagan las grandes cadenas comerciales vía impuestos, y los recursos del erario público que se desvían para las campañas proselitistas.
      El pueblo de México ya está cansado de los falsos profetas de la política que nos gobierna, de los agoreros del sistema, de los manipuladores de los Partidos Políticos que solo llegan al poder para enriquecerse a espaldas de sus gobernados, por eso ha llegado el momento en que los mexicanos despierten del letargo que viven desde hace más de 80 años de gobiernos neoliberalistas.
      Es la hora de que los mexicanos se levanten, no en armas como lo hicieron nuestros ancestros por su ignorancia, sino a través del voto en las urnas electorales, es hora de elegir a nuestras autoridades democráticamente depositando nuestro usufructo en las urnas este primero de julio próximo.
      Votemos por el candidato que abandere nuestras demandas, por el candidato que mejor proyecto de nación presente durante su campaña proselitista y que tenga empeño en sacar al país de la pobreza en la que está inmersa, que le devuelva a los obreros tantos salarios caídos no devengados y al campesinado créditos oportunos para trabajar sus tierras y evitar que nuestros compatriotas continúen buscando el sueño americano en el vecino país del norte, porque el campo mexicano vale más que el oro y el petróleo juntos, nos da para comer y vivir.
      No permitamos que otras personas manipulen nuestra mente y voten por nosotros, pensemos mejor en el futuro de nuestros hijos y de nuestra nación, y demos muestra de democracia acudiendo este primero de julio próximo a las urnas electorales a depositar nuestro voto en el candidato que mejor propuesta de nación presente.
      Felipe Calderón Hinojosa, nos prometió No al gasolinazono solo nos vendió esta idea de campaña, sino que también nos aumentó el precio del carburante por litro así como los impuestos fiscales hasta en un 20 por ciento, y lo seguirá haciendo hasta la conclusión de su mandato, mientras que los irrisorios salarios no han subido más del dos o tres por ciento.
      Prometió acabar con la delincuencia organizada que tiene atemorizada a la sociedad y solo regó de sangre al país, dejando miles de muertos en las calles por un mal proyecto de gobierno, cuando lo mejor que pudo haber hecho es combatir estas acciones desde el seno de la familia para alejar a las nuevas generaciones de jóvenes del vicio del alcohol y las drogas.
      Falta mayor presupuesto para la instalación de escuelas dignas, mayores becas para que los jóvenes continúen sus estudios y fuentes de empleo para que desempeñen las enseñanzas que reciben en las aulas escolares. Así también, espacios recreativos para no caer en el estrés y áreas deportivas para mantener el cuerpo y la mente sana.
      Con la gente que ha caído en las garras del vicio del alcohol y las drogas no hay nada que hacer, solo fuerza y voluntad necesitan para alejarse de este cáncer social que envenena a los jóvenes y adultos, en cambio con los niños y adolescentes se necesitan mayores programas de prevención para evitar que ellos caigan también en estos ilícitos.
      Muchos de ellos tienen que delinquir para pagar su vicio que cada día los aleja de la mano de Dios, pues ni los padres ni siquiera el gobierno en sus tres niveles se preocupan por ellos para alejarlos de las garras del vicio del alcohol y las drogas.
      Vivimos en una época apocalíptica donde los índices de violencia van en aumento al igual que la pobreza y no hay gobierno por buen intencionado que sea que haga algo por sacar al país adelante, es por esa razón que la mayor parte de los que habitamos este país ya estamos cansados de los malos gobiernos, de los falsos profetas del sistema, porque no se preocupan por los verdaderos problemas que enfrenta la sociedad, solo en campaña es cuando destapan la cloaca para ganar simpatizantes, pero cuando están en el poder se olvidan de todas esas promesas que hicieron cuando buscaban el voto popular.
      Estos desaires no solo lo vivimos los mexicanos con el gobierno federal, sino también al interior de los estados, por eso no permitamos que en las votaciones del próximo primero de julio otros decidan nuestro futuro por nosotros, y acudamos a las urnas electorales a elegir democráticamente a nuestras autoridades por un mejor proyecto de nación.

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