Por: Jesús Díaz
México en la actualidad atraviesa por
momentos críticos de recisión económica mundial, donde la política está muy
desgastada y no hay credibilidad en nuestras autoridades, lo que ha ocasionado
que los niveles de pobreza aumenten ante la falta de fuentes de empleo y por
ende los índices delictivos.
El neoliberalismo imperante impuesto por
los gobiernos priistas y continuado por los panistas beneficia a la clase
pudiente y ricos empresarios, no así a los obreros y campesinos, porque el
neoliberalismo lejos de servir para mejorar la economía de la clase media fue
hecho a la medida de la clase pudiente, y en el país cada vez son más los
mexicanos que viven en la pobreza, mientras que la economía se acumula en unos
cuantos.
Como ejemplo, a finales de la década de
los noventa cuando el gobierno priista entregó el poder político a los panistas
había poco más de 50 millones de mexicanos viviendo en la pobreza, hoy a 12
años del gobierno blanquiazul esa cifra ha aumentado a más de 60 millones de
pobres en el país, o sea, que cada vez los ricos se hacen más ricos y los
pobres más pobres.
Razón por la cual considero que ha
llegado el momento de que decidamos por nuestro futuro, por un cambio que nunca
llegó con Vicente Fox Quesada y que
se estancó con Felipe Calderón Hinojosa, necesitamos un nuevo rumbo
político para el país donde la economía de los mexicanos se reflejen en sus
bolsillos, donde el campo vuelva a producir y se evite la importación de
productos transgénicos, que haya mayores fuentes de empleo y la industria
vuelva a resurgir.
Es hora de elegir a nuestros gobernantes
no que nos lo impongan los Partidos Políticos y los “dueños del dinero” que
solo ponen títeres para que sean manipulados a su antojo durante su gobierno,
muchos de ellos no pagan impuestos por aportar grandes cantidades de recursos
económicos para Campañas Políticas, y todavía así desvían el presupuesto para
las grandes empresas nacionales, transnacionales y Latifundistas, mientras que
los campesinos siguen recibiendo migajas del gobierno para medio trabajar la
tierra, mientras que a la clase obrera la siguen explotando con salarios
míseros que no alcanzan para cubrir las necesidades de la familia.
Eso sí, los aumentos en los perecederos y
productos de la canasta básica seguirán a la alza, y la Micro industria
continuará cada vez pagando mayores impuestos fiscales, porque en algo los
gobiernos tendrán que justificar el recurso que no pagan las grandes cadenas
comerciales vía impuestos, y los recursos del erario público que se desvían
para las campañas proselitistas.
El pueblo de México ya está cansado de
los falsos profetas de la política que nos gobierna, de los agoreros del
sistema, de los manipuladores de los Partidos Políticos que solo llegan al
poder para enriquecerse a espaldas de sus gobernados, por eso ha llegado el
momento en que los mexicanos despierten del letargo que viven desde hace más de
80 años de gobiernos neoliberalistas.
Es la hora de que los mexicanos se levanten,
no en armas como lo hicieron nuestros ancestros por su ignorancia, sino a
través del voto en las urnas electorales, es hora de elegir a nuestras
autoridades democráticamente depositando nuestro usufructo en las urnas este
primero de julio próximo.
Votemos por el candidato que abandere
nuestras demandas, por el candidato que mejor proyecto de nación presente
durante su campaña proselitista y que tenga empeño en sacar al país de la
pobreza en la que está inmersa, que le devuelva a los obreros tantos salarios
caídos no devengados y al campesinado créditos oportunos para trabajar sus
tierras y evitar que nuestros compatriotas continúen buscando el sueño
americano en el vecino país del norte, porque el campo mexicano vale más que el
oro y el petróleo juntos, nos da para comer y vivir.
No permitamos que otras personas
manipulen nuestra mente y voten por nosotros, pensemos mejor en el futuro de
nuestros hijos y de nuestra nación, y demos muestra de democracia acudiendo
este primero de julio próximo a las urnas electorales a depositar nuestro voto
en el candidato que mejor propuesta de nación presente.
Felipe Calderón Hinojosa,
nos prometió “No al gasolinazo” no solo nos vendió esta idea de
campaña, sino que también nos aumentó el precio del carburante por litro así
como los impuestos fiscales hasta en un 20 por ciento, y lo seguirá haciendo
hasta la conclusión de su mandato, mientras que los irrisorios salarios no han
subido más del dos o tres por ciento.
Prometió acabar con la delincuencia
organizada que tiene atemorizada a la sociedad y solo regó de sangre al país,
dejando miles de muertos en las calles por un mal proyecto de gobierno, cuando
lo mejor que pudo haber hecho es combatir estas acciones desde el seno de la
familia para alejar a las nuevas generaciones de jóvenes del vicio del alcohol
y las drogas.
Falta mayor presupuesto para la
instalación de escuelas dignas, mayores becas para que los jóvenes continúen
sus estudios y fuentes de empleo para que desempeñen las enseñanzas que reciben
en las aulas escolares. Así también, espacios recreativos para no caer en el
estrés y áreas deportivas para mantener el cuerpo y la mente sana.
Con la gente que ha caído en las garras
del vicio del alcohol y las drogas no hay nada que hacer, solo fuerza y
voluntad necesitan para alejarse de este cáncer social que envenena a los
jóvenes y adultos, en cambio con los niños y adolescentes se necesitan mayores
programas de prevención para evitar que ellos caigan también en estos ilícitos.
Muchos de ellos tienen que delinquir para
pagar su vicio que cada día los aleja de la mano de Dios, pues ni los padres ni
siquiera el gobierno en sus tres niveles se preocupan por ellos para alejarlos
de las garras del vicio del alcohol y las drogas.
Vivimos en una época apocalíptica donde
los índices de violencia van en aumento al igual que la pobreza y no hay
gobierno por buen intencionado que sea que haga algo por sacar al país
adelante, es por esa razón que la mayor parte de los que habitamos este país ya
estamos cansados de los malos gobiernos, de los falsos profetas del sistema,
porque no se preocupan por los verdaderos problemas que enfrenta la sociedad,
solo en campaña es cuando destapan la cloaca para ganar simpatizantes, pero
cuando están en el poder se olvidan de todas esas promesas que hicieron cuando
buscaban el voto popular.
Estos desaires no solo lo vivimos los
mexicanos con el gobierno federal, sino también al interior de los estados, por
eso no permitamos que en las votaciones del próximo primero de julio otros
decidan nuestro futuro por nosotros, y acudamos a las urnas electorales a
elegir democráticamente a nuestras autoridades por un mejor proyecto de nación.
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