Por: Jesús Díaz
Son muy contados los diputados de la XIII Legislatura del Congreso de Quintana
Roo que ponen empeño en los trabajos legislativos y en las demandas que los
ciudadanos les presentan, los demás son una bola de zánganos que viven pegados
al presupuesto gubernamental sin dar
golpe alguno porque no representan a nadie, sobre todo los
plurinominales que sirven solo para alzar la mano cuando así se los indiquen
por su Coordinador de partido, y hacer
como que trabajan pero se hacen tontos como el tío Lolo.
Otros como abejas andan de arrastrados en
las Campañas Políticas apoyando a su candidato, abandonando de esta manera sus
responsabilidades legislativas, porque creen que así justifican los jugosos
sueldos que devengan en el Poder Legislativo por no hacer nada, porque además
del sueldo base, reciben dietas, bonos, viáticos, vales de gasolina y demás
prestaciones que ellos mismos se autorizan, dizque para cumplir con las
encomiendas del pueblo.
Sin embargo, cuando los ciudadanos acuden
a sus oficinas en Palacio Legislativo, se dan cuenta de la triste realidad, de
la “gran mentira” de sus diputados, de aquellos que con humildad llegaron a tu
casa para pedirles el voto que los lleve a ocupar un curul en el Congreso del
Estado, incluso se tomaron hasta la foto contigo, con un enfermo desvalido, con
los niños, con los paleteros y demás personas que viven en la pobreza, pero de
ese día a la fecha no se han ido a parar a tu colonia o comunidad rural ni
mucho menos han cumplido con las promesas que en campaña hicieron, tampoco con
las demandas que la población les plantea y si lo hacen, es solo a medias.
Hoy a solo unos cuantos meses de haber
entrado la XIII Legislatura del Congreso del Estado ni las moscas se
paran por allí, toda vez que las líderes de colonias y los ciudadanos que han
acudido al Palacio Legislativo en busca de ayuda, reciben muy poca respuesta por parte de los diputados, quienes
nunca están en sus oficinas.
Las
secretarias mencionan que los diputados están visitando sus Distritos, para eso
les pagan para encubrir la realidad, ya que son vistos en cafés y restaurantes
de la ciudad dándose la buena vida, sin importarles que mucha gente que vienen
de sus Distritos tienen muchas necesidades que solucionar, pero a ellos les
vale un pepino lo que piensen.
A sus oficinas llegan a la hora que se
les pega la gana y si están se esconden de ellos por temor a que les pidan
dinero o alguna ayuda en especie, son tan sinvergüenzas que se dan el lujo de
hacer esperar al ciudadano por varias horas para hacerse los interesantes y
para que al final de cuentas no les den ni un peso, ni siquiera para su pasaje.
De la pasada legislatura (XII legislatura para ser más exactos)
solo quedan buenos recuerdos, ya que con frecuencia había mucho movimiento y
los diputados constantemente atendían a los ciudadanos, aún en sus respectivos
Distritos.
A nivel nacional los tiempos han cambiado y
la gente ha despertado del letargo en el que vivió durante más de 70 años de
gobierno priista y diez del panismo, por lo que en las Campañas proselitistas los
votantes van por la mejor opción, por el candidato con mejor proyecto de
nación, ya no votarán más por el partido porque solo sirve para enriquecer a un
grupo minoritario que ostenta el poder.
La renovación del PRI es el salvavidas para que esta institución pueda recuperar la
credibilidad política que perdió hace once años y llegar triunfante a los “Pinos” a partir de julio próximo con su candidato Enrique Peña Nieto.
La sociedad ya no tiene confianza en sus
autoridades, mucho menos en sus legisladores, quienes hoy tienen abandonado sus
curules para seguir los pasos de los candidatos a Senadores y Diputados
Federales con quienes se acompañan en sus actividades de proselitismo promoviendo
el voto popular en sus Distritos.
Por esta razón el Presidente de la Gran
Comisión del Congreso del Estado, Eduardo
Espinosa Abuxapqui, fue claro y
tajante al señalar que diputado alguno que esté en plena campaña política
tendrá que renunciar al cargo para dedicarse de lleno al proceso electoral,
pero a estos legisladores les vale y siguen metiendo la mano en el proceso,
acompañando a los candidatos y promocionando el voto a favor de ellos en sus
respectivos Distritos y organizando reuniones privadas en la promoción del voto
popular.
Y es que la sociedad ya no le tiene
confianza al PRI pero se sabe que
con Peña Nieto podrá recuperar
credibilidad y agarrar fuerza política para llegar con todo a las votaciones
del primero de julio próximo donde ganará en las urnas electorales el candidato
presidencial que más convenza con su proyecto de nación.
Enrique Peña,
tiene capacidad política, posee un carisma que lo ha hecho popular, y siempre
se acompaña de su gaviota (Angélica
Rivera), mientras que los demás candidatos aún no definían su posición, lo
que significó para ellos un retroceso ante la ventaja que hoy les lleva el
candidato presidencial tricolor y firme favorito para recuperar la presidencia
de la República en manos del PAN,
quien por cierto, su candidata Josefina
Vázquez Mota, nomás no convence
Solo una buena estrategia panista podría
cambiar las cosas en el PAN y
posicionar a su candidata presidencial, Josefina
Vázquez Mota, quien no recibe ayuda de Felipe
Calderón pero su sombra la persigue, por lo que tiene que sacudirse este
estigma y seguir sola en su campaña hacia el primero de julio próximo donde los
mexicanos habremos de elegir Presidente de la República y renovar la Cámara
Alta y Baja del Congreso de la Unión.
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