- Descubren un nuevo púlsar en la constelación de Centaurus con un período orbital de tan solo 93 minutos…
Mientras que la Tierra tarda 365 días en
completar su órbita, el nuevo púlsar PSR
J1311-3430 lo hace en tan sólo 93 minutos, lo que lo convierte en la
estrella de neutrones de un sistema binario con el periodo orbital más corto
medido hasta la fecha.
Se trata, además, del primer hallazgo de
un púlsar de milisegundos realizado gracias a su emisión de rayos gamma. Las
peculiaridades de este nuevo objeto, en cuyo descubrimiento ha participado el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aparecen recogidas en la revista Science.
A este tipo de sistemas binarios se les
conoce popularmente como «viudas
negras» debido a que durante el
baile que efectúan el púlsar y su estrella acompañante alrededor del centro de
masa, el fuerte viento de partículas emitido por el primero provoca la
paulatina vaporización de la segunda.
La investigadora del Instituto de
Ciencias del Espacio (centro mixto del CSIC
y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña) Daniela Hadasch, que ha participado en el trabajo, compara este
fenómeno con “la gran hembra de
araña que devora al macho, de menor tamaño, tras el apareamiento”.
Una de las características más relevantes
de la investigación estriba en la propia naturaleza del hallazgo ya que, por
primera vez, se ha basado en la radiación gamma emitida por el púlsar. “Hasta ahora, los púlsares con un
periodo de rotación de milisegundos sólo podían ser detectados mediante sus
emisiones de radio”, explica Daniela Hadasch.
No obstante, el equipo liderado por
investigadores del Instituto Max Planck
(Alemania) ha desarrollado una nueva metodología de análisis gracias a la cual
ha sido posible el seguimiento de este tipo de radiación. “La nube de vapor generada por la estrella acompañante del púlsar
absorbe la mayor parte de sus emisiones de radio, lo que ha dificultado su
descubrimiento”, apunta Andrea Caliandro, investigador en el
mismo centro que Hadasch.
Un baile rápido…
Durante los 93 minutos en los que PSR J1311-3430 tarda en recorrer su
órbita, éste rota casi 2.800.000 veces sobre sí mismo, puesto que su periodo de
rotación es de tan sólo 2,56 milisegundos, lo que lo convierte en uno de los
más veloces del cosmos y el primero en ser detectado a través de su radiación
gamma.
Aproximadamente, solo en una de cada
millón de sus rotaciones, el púlsar emite un único fotón que logra alcanzar el
telescopio Fermi. El equipo de
investigación ha utilizado los datos recogidos durante cuatro años por este
observatorio espacial de rayos gamma.
Por su parte, la estrella que acompaña a PSR J1311-3430 “ha resultado ser inusualmente densa”, asegura Daniela Hadasch.
Mientras que su diámetro es de tan solo 88.000 kilómetros, aproximadamente el
60% del tamaño de Júpiter, su masa es unas ocho veces superior a la de dicho
planeta. Estas cifras le confieren una densidad equivalente a 30 veces la del
Sol.
No obstante, esta estrella, cuyo núcleo
se supone de helio, decrecería paulatinamente a medida que se calienta y
evapora por la radiación del púlsar. Por el contrario, dicha masa desprendida
sería asimilada por el púlsar, lo que aumentaría cada vez más su velocidad de
rotación.
Ambos compañeros, localizados en la
constelación de Centaurus, están separados por tan solo 520.000 kilómetros, lo
que equivale a 1,4 veces la distancia entre la Tierra y la Luna… Fuente: ABC.es
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