Por: Jesús Díaz
A escasos días de la transición de
poderes en México, los Partidos
Políticos tienen ante sí un reto enorme de cara a las necesidades del
pueblo que creyó en ellos, y que en las urnas electorales les dio un voto de
confianza para que los represente en el Congreso de la Unión.
La recisión económica por la que
atraviesa el país, los índices elevados de inseguridad pública, la falta de
empleos bien remunerados y la pobreza extrema por la que atraviesan más de 70
millones de mexicanos, es un reto que tienen por delante los Partidos Políticos
que nos representan en “San Lázaro”, y donde los Diputados como los
Senadores tienen que demostrar porque están allí, no solo van a calentar la
silla y jugar al “Pokémon” en sus Laptops.
Si bien es cierto que las corrientes
políticas no concuerdan entre sí por tener diferencias ideológicas, deben de
buscar un diálogo franco y abierto con el Gobierno Federal entrante para buscar
mecanismos que lleven a mejorar la vida democrática de la nación.
En su lucha por mejorar la economía de
los mexicanos, el presidente electo Enrique
Peña Nieto, si no busca el diálogo con las fuerzas políticas del país,
tendrá que remar contra la corriente para que su gobierno sobre salga y no se
quede estancado como sucedió con sus antecesores que no pudieron lograr el
avance de México en todos sus sentidos.
Construir un futuro promisorio para el
pueblo de México, que le permita ejercer bien su mandato en un marco de
legalidad y pluralidad política es un reto que le espera a Peña Nieto, por lo que tiene que buscar el diálogo abierto con las
corrientes políticas por salud de la vida democrática del país.
De lo contrario pasará por un verdadero
viacrucis como la que vivieron sus antecesores por no tener disposición al diálogo
abierto con las intituciones políticas del país que representan a otra parte de los
mexicanos en el Congreso de la Unión.
Peña Nieto, tendrá que buscar el diálogo con los
Partidos Políticos para llegar a acuerdos y asegurar de esta manera la
aprobación de las iniciativas de ley que envíe al Congreso de la Unión en bien
de la democracia.
Los Partidos opositores al PRI no van a permitir que el gobierno
federal continúe brindando mayores apoyos a la clase empresarial y descuidando
a la clase campesina y laboral a la que representan, pues visto está que el
neoliberalismo imperante lejos de beneficiar a los obreros y campesinos, brinda
mejores apoyos crediticios a terratenientes y poderosos empresarios que pagan
sus campañas, aunque estos apoyos los recuperan con los impuestos que no pagan,
en cambio las pequeñas y medianas empresas tienen que sufrir de persecución
fiscal para ponerse al día en sus adeudos fiscales, de lo contrario les espera
una persecución al estilo “terrorismo fiscal”, y con las iniciativas que nos
deja Felipe Calderón Hinojosa, los
deudores corren el riesgo de ser detenidos y enviados a la cárcel por evasión fiscal.
México no podrá avanzar hacia una vida
democrática confiable si no hay una recuperación parcial de la economía que
permita mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, con programas
eficientes que combatan la pobreza, la inseguridad pública, el desempleo,
acciones que solo lo logrará Peña Nieto
con la aprobación del Congreso de la
Unión, por lo que tiene que dialogar con las fuerzas políticas de la nación
para encontrar una solución a los miles de problemas que enfrentamos en las
entidades federativas.
Enrique
Peña Nieto, realizó su primer encuentro de “diálogo” con la
oposición al reunirse con el Partido
Nueva Alianza, donde se comprometió a trabajar con ellos en un marco de
respeto y de acuerdo político para que el país pueda avanzar y se dé pronta
solución a los problemas que enfrentamos como mexicanos en materia económica,
política y social.
Luis Castro Obrero, Presidente Nacional del PANAL... |
La reunión tuvo lugar en el Hotel JW Marriott de Santa Fe, donde se
hizo acompañar del coordinador del Diálogo político y seguridad, el ex
gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel
Osorio Chong y el coordinador de Comunicación Social, David López, mientras que por el PANAL estuvieron presentes su presidente nacional Luis Castro Obrero, quien estuvo
acompañado de la senadora Mónica Arreola
Gordillo, y los diez diputados federales de Nueva Alianza, que señalaron estar dispuestos a entablar un diálogo
franco y abierto con el Presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, a fin de sumarse a los cambios que requiere el
país para salir adelante de la crisis económica, política y social que enfrenta
nuestra nación.
Esperemos que Enrique Peña haga lo propio con los demás Partidos Políticos para poder lograr mediante un diálogo franco y
abierto, los acuerdos necesarios que beneficien a los mexicanos con las
iniciativas de ley que el Presidente envíe al Congreso de la Unión para su análisis y aprobación, o en su caso, su
total rechazo.
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