domingo, 3 de junio de 2012

México… Un país de corrupción





Por: Jesús Díaz
      La imagen negativa que proyecta México en el extranjero es denigrada y elevada al más alto nivel de corrupción entre los países corrompidos del orbe. Los medios informativos internacionales se han encargado de esta difusión nociva, por los miles de turistas que llegan a nuestro país y que a diario denuncian vejaciones no solo por parte de las autoridades, sino también de manos del hampa.
      Analistas internacionales acentúan que el problema de la corrupción en México se agrava cada día más, y está comprobado que este fenómeno crea distorciones en todas las actividades económicas, políticas y sociales del país.

      A partir de 1995, la Agencia "Transparencia Internacional" ha venido difundiendo anualmente un listado de países con los índices de corrupción más altos de la historia en la que México ocupó los primeros lugares entre las naciones más corruptas del orbe, cifra que disminuyó en el 2005 con el gobierno panista, ya que a partir de ese año se colocó en la posición número 65 de un total de 159 países, siendo Finlandia y Haytí, el contraste de estos países por ser los menos corrompidos.
      Y es que la corrupción es el uso ilegitimo del poder publico que ejerce un mal gobierno para beneficio privado, pues todo uso ilegal y no etico de la actividad gubernamental que es utilizado para favorecer interéses personales o de grupo,  es denigrante y muchos gobiernos lo llevan hoy en día a la práctica porque no atienden las necesidades de la sociedad como debiera de ser.  
      Miles y millones de dólares invierte el gobierno mexicano anualmente en la promoción turística de nuestra geografía nacional y en difundir a México como un país seguro para nuestros visitantes, pero estas acciones distan mucho de la realidad porque en las carreteras federales como en las calles de la ciudad, ya no hay tal seguridad como sucedía diez años atrás, porque no pasa un día en que no se sepa de un levantamiento, asalto, robo o ejecución de un paisano o turista de manos de la delincuencia organizada.
      Incluso se continúa dando la consabida “mordida” por parte de  los turistas que violan un reglamento de tránsito por desconocimiento o simplemente porque se les dio la gana hacerlo, a pesar de los señalamientos que existen, pues son infraccionados.
      La política en México no solo está corrompida por quienes ostentan el poder, también es violentada y prostituida por cientos de reformas acordes a la estrategia que el gobierno en turno maneja para su conveniencia, además de los abusos que cometen los servidores públicos, desde el más alto nivel gubernamental hasta el que gana un salario mínimo.
      Si de política se trata ésta es una estrategia mal aplicada por quienes ostentan el poder, buscan primero sus intereses personales para continuar mamando del sistema, con la cual puedan asegurar la economía de sus familias, mientras que el pueblo que los impulsó a donde están a través de un “proceso electivo” solo les dan migajas de apoyos y créditos raquíticos para medio subsistir, pero con la condición de que sigan votando por ellos cuando lleguen los tiempos de procesos electorales.
      No les interesa en lo absoluto los problemas que el pueblo les presenta cuando acuden a sus oficinas a verlos, y a pesar de hacerlos esperar por horas para que los ciudadanos se fastidien y se vayan, envían a sus flamantes secretarias para decirles que siempre no los van a recibir, que vuelvan otro día, cuando la espera se prolongó por varias horas, qué incongruencia de funcionarios que se dicen servidores públicos.
      A las lideresas de colonias solo las engañan con un mísero apoyo de cien pesos para que se desganen la garganta gritando vítores en favor del político para que sepa el pueblo que goza de simpatía entre la población, pero todo cae bajo su propio peso y los políticos como los propios funcionarios de los tres niveles de gobierno, creen que con gorras, playeras y demás apoyos en especie van a continuar mamando de la ubre presupuestal en los próximos años.
      Al ciudadano ya no se le engaña tan fácilmente y no hay político que no utilice el poder para hacerse rico de la noche a la mañana, incluso, tienen prestanombres para evitar ser sujetos a investigación  cuando sean denunciados por estos abusos de poder y enriquecimiento ilícito ante las instancias competentes.

      Visto está que estos malos servidores públicos utilizan el poder para servirse con la cuchara grande no para servir al pueblo que los eligió en un proceso electivo, porque al poco tiempo de tomar posesión del puesto en el Congreso legislativo, un cargo público en el gobierno del estado o en la presidencia municipal, se hacen ricos de la noche a la mañana, mejoran sus casas, compran camionetas del año, adquieren propiedades en otros lugares para acudir los fines de semana o en su día de asueto, con la familia, los compadres y los incondicionales amigos.
      Por citar uno de cientos de casos que se dan a menudo en Quintana Roo, es el de la vida fructífera que vive la aún alcaldesa de Tulum, Edith Mendoza Pino, quien en el poco tiempo que tiene como presidenta municipal ha logrado amasar una importante fortuna familiar, ya se compró una casa valuada en más de cuatro millones de pesos, sin contar las otras propiedades que tiene en Playa del Carmen, Cancún y ciudades importantes de la Península de Yucatán. 
      Todo esto es obtenido con el fruto de su trabajo, con recursos del erario estatal, por eso votó el pueblo por ella (producto de una imposición política no del pueblo a quien siempre le dan circo maroma y teatro) para que se haga dueña de una pequeña fortuna en el poco tiempo que tiene como alcaldesa de Tulúm, mientras que a la sociedad les continúa dando atole con el dedo y dándoles una patada en el trasero a quienes no comulguen con su doctrina política.
      Por esta razón los candidatos presidenciales del PAN, PRD, PRI y PANAL, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Gabriel Quadri de la Torre, respectivamente, deben de combatir de manera frontal la Corrupción que impera en todos los niveles de gobierno para evitar que pasen a la historia como simples “marionetas” de un sistema que los puso para ser manipulados a su antojo.
      De contemplar estas acciones entre sus prioridades, el gobierno federal se ahorraría algo así como 300 mil millones de pesos anuales (cifras ofrecidas por López Obrador, durante el Foro nacional de Turismo 2012, celebrado en la Riviera maya, del 30 de mayo al primero de junio en curso), estos recursos bien podrían mejorar los presupuestos de la federación y los recursos destinados para los estados en materia de salud, educación, Seguridad Pública, ayuda social, entre otros, los cuales llegarían a las manos de la sociedad, y ya no se desviarían a cuentas personales en los bancos locales.
      Pero tendría el gobierno federal que incluir en el presupuesto la construcción de nuevas cárceles en el país, porque con los que se cuentan no alcanzaría para meter a tanto ladrón de cuello blanco que se encuentra incrustado en las diferentes dependencias públicas de los tres órdenes de gobierno.
      Por su puesto que no todos son corruptos, porque hay gobernantes y funcionarios públicos que bien merecen una distinción, que por su honestidad en el trabajo, amabilidad para atender a las personas que por necesidades económicas acuden a ellos para que los apoyen en la resolución de un problema, bien merecen una oportunidad en un proceso electivo, ya que son servidores que piensan primero en su pueblo, en las necesidades que hay que afrontar en una comunidad o colonia popular para darle solución inmediata, son personas que no se esconden de la sociedad detrás de un escritorio, sino que enfrentan ambos los problemas sociales y las necesidades de la población en general.
      Estos personajes de los que hablamos, son gentes productivas que constante están creando proyectos que puedan beneficiar a la sociedad, programas con la cual puedan brindar la ayuda necesaria a la gente que se acerca a ellos por necesidades de la mala economía que vivimos en el país ante la falta de fuentes de empleo bien remunerados.
      Es por esta razón que la sociedad en su conjunto debe de evitar que otros elijan a nuestros gobernantes por nosotros, es mejor que nosotros obliguemos a los Partidos Políticos donde militemos a escoger a un candidato que vele por los intereses de la sociedad no de partido,
      Debemos de votar por un candidato que presente un proyecto de nación bien definida, no que sea títere del sistema que lo postuló, y permita que la corrupción imperante continúe filtrándose en las instituciones públicas, es por eso que a través del voto razonado votemos por quienes se comprometan a traer beneficios para el campo, para las colonias y para la sociedad en su conjunto. La Corrupción es la plaga del siglo, acabemos con ella.
      

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