· Con la ayuda de las matemáticas, la física y la astronomía los mayas desarrollaron tres sofisticados tipos de calendarios que estaban relacionados con todo lo existente …
· Las fechas de inicio y finalización de la era que concluyó el 21 de diciembre pasado. se encuentran registradas en la denominada estela C.
Por medio de las matemáticas, la física y la astronomía, los antiguos mayas desarrollaron exactos y sofisticados mecanismos de medición del tiempo, en los cuales fundamentaron su cosmovisión, su relación con la "madre tierra", el cultivo del maíz y la creación del universo, el mundo y la humanidad.
Según el Consejo Nacional de la Educación Maya de Guatemala, una de las
singularidades de la cronología maya es que "se basa en un método que permite fusionar el tiempo con todo
lo que existe, permitiendo a la vez, entender los diversos procesos cíclicos y
el espiral evolutivo de la propia existencia".
A partir de las evidencias encontradas en
las estelas, pirámides, y códices, los científicos estudiosos de esta milenaria
cultura han logrado establecer al menos tres diferentes calendarios por medio
de los cuales medían los ciclos de la naturaleza alrededor del movimiento de
los astros y los períodos de cultivo.
El Tzolkín,
"período sagrado" o "la cuenta de los días",
es un calendario que establece los diversos ritos espirituales en un período de
260 días, dividido en 20 subperíodos de trece días cada uno.
A cada día se le asigna un signo y un
color específico que representa a un dios, el cual guía durante esos lapsos el
rumbo del universo, según la posición de los cuatro puntos cardinales.
Otro de los calendarios organizado por
los mayas es el Haab, medidor del
año solar, el que al igual que el calendario gregoriano tiene un período de 365
años, pero que a diferencia de este, se divide en 18 meses llamados "winal", de 20 días cada uno, los cuales suman un total de 360 días.
Los restantes cinco días, con los cuales
se complementan los 365, son el período conocido como "wayeb", los
cuales quedan fuera de los 18 "winal" y sirven "de espacio sagrado para reflexionar y reorientar el
comportamiento en el nuevo “haab”, en los ámbitos personal, familiar y
comunitario".
El más polémico de los mecanismos de
medición desarrollado por los mayas, es el calendario
de cuenta larga, es un sistema para registrar el tiempo en forma lineal,
combinado con el ritmo cíclico, el cual mide eras de 5 mil 200 años, cada una
de las cuales representa nuevos soles.
Según los estudios científicos, la cuarta
era o cuarto sol, que inició el 13 de agosto del año 3 mil 114 antes de
Jesucristo y que concluyó el 21 de diciembre de 2012, al terminar el recorrido
completo de un ciclo de Oxlajuj B'aktun,
contempla la creación de la humanidad.
El Oxlajuj
B'aktun contempla trece períodos de 400 años que dan un total de 5 mil 200
años, que es la duración de una era, según el calendario de larga cuenta. Los
años Tun es de 360 días y no como en
el cómputo del ciclo Haab que
registra un año de 365 días.
Las fechas de inicio y finalización de la
era que recién terminó se encuentran registradas en la denominada estela C encontrada en el centro
arqueológico de Quirigua, en Guatemala, el cual data del año 550
antes de Cristo; en la estela I, del
sitio de K'oba, ubicado en Quintana
Roo (México) erigida entre los años 680 a 750 después de Cristo; así como en
las páginas 24 y 62 del Códice Maya
conservado en Dresden (Alemania).
"El monumento 6 de Tortuguero, de Tabasco (México), es una de las fuentes que ha llamado mucho la atención, porque además de la inscripción del inicio de esta era que coincide con el 11 de agosto de 3 mil 114 antes de Cristo, establece con precisión la fecha de su final, que también coincide con la fecha gregoriana del 21 de diciembre de 2012", explica el científico Alfonso Orellana, en un estudio del Consejo Nacional de la Educación Maya de Guatemala.
Según ese estudio, las teorías que
vinculan el 13 B'aktun con el fin
del mundo, "está plagado de
suposiciones, malas interpretaciones, juicios y aseveraciones sobre
predicciones apocalípticas mayas sin fundamentos científicos".
"Se
ha pretendido interpretar la cosmovisión maya desde parámetros de la cultura
occidental cristiana, lo que ha permitido el desarrollo de un abismal
distanciamiento con el conocimiento y pensamiento originales del pueblo maya
antiguo", subraya el estudio.
Lo que representa el 13 B'aktun, señalan los líderes espirituales indígenas
guatemaltecos, descendientes de los mayas, es el inicio de una nueva era para
la humanidad, "un cambio de
conciencia a nivel cósmico, del reciclaje de la humanidad, del regreso de
Quetzalcóatl"… (FUENTE: EFE | El Universal).
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