sábado, 3 de agosto de 2013

Graves efectos en México, por… Empleo y estabilidad económica

        

·         Los ciudadanos solo reclaman un trabajo con un salario suficiente que cubra las necesidades de una familia…
Por: Eduardo José Lara



      Reflexiones sobre las condiciones sociales de México (1)


      Ante las actuales condiciones sociales presentes en la mayor parte de los países, integrados al modelo económico global, en varias de las naciones que ya resienten los graves efectos del neoliberalismo, la población ha salido a las calles a protestar contra las reformas realizadas por sus gobiernos, reformas que han repercutido severamente en el bienestar social.



      Entre las demandas más sentidas de esa población afectada por la ambición desmedida de los dueños del capital, se encuentran el derecho al trabajo digno, con salarios remuneradores, el derecho a la salud, a la alimentación y a la educación, condiciones sociales que desde la caída del Muro de Berlín y  la imposición mundial del modelo económico neoliberal, evidencian la realidad de un capitalismo ambicioso, depredador e insensible a las necesidades básicas de quienes con su esfuerzo, dedicación y compromiso, generan la riqueza de quienes, sin límite explotan en forma  inmisericorde al ser humano, para apropiarse de todo aquello que convierten en mercancía.

      El embate indiscriminado del capital contra el bienestar del ser humano es tan intenso que la mayor parte de la población del mundo no ha alcanzado a comprender que es lo que está sucediendo en su entorno y por lo mismo no logra identificar qué es lo que puede frenar esta depredación humana.

    
   Poblaciones enteras salen a las calles a protestar contra las consecuencias de las modificaciones al modelo económico, que fue impuesto en forma gradual, vendiendo fantasías que la gente compró a precios muy bajos y que con el paso del tiempo descubrió que la realidad es otra, totalmente opuesta a lo que se ofreció al principio de la historia de esta debacle social. Al pueblo se le vendió un mundo de lujos y comodidades a precios preferenciales y créditos accesibles, se le vendió una vida cómoda llena de placeres y vanidades, los cuales ocultaron en forma muy eficiente, la realidad de lo que venía adjunto a la fantasía, se ocultó muy bien la ambición desmedida del gran capital financiero, el cual no tiene patria, ni familia y mucho menos sentido humano.

      Toda vez que la mayor parte de los ciudadanos del mundo nos acostumbramos a vivir con ciertos niveles de bienestar, en los que existía la seguridad laboral, el salario suficiente para solventar los compromisos adquiridos para obtener los bienes y servicios que el modelo económico social nos impuso en forma paulatina, a poder alimentarnos en forma suficiente, a tener servicios de salud mínimos para mantenernos activos y poder seguir produciendo riqueza, de poder acceder a una educación que en teoría nos podía dar la oportunidad de mejorar nuestras condiciones de vida, vía el aumento en el ingreso económico, el modelo económico neoliberal inició su segunda fase de sometimiento, en la que las reformas legales imponen mayores cargas económicas al pueblo y liberan al gran capital de obligaciones que implican desembolsar recursos para que los trabajadores tengan prestaciones sociales y seguridad laboral, con lo cual aparece la punta del iceberg económico que hoy tiene al mundo en crisis.

   
   En nuestro México, a poco más de cuarenta años de haberse implantado el modelo neoliberal en el mundo, aún no se ha logrado imponer el cien por ciento este modelo económico, debido a muchas condiciones sociales muy particulares, siendo una de estas, posiblemente la principal, la vecindad con los Estados Unidos, país que es el representante oficial de los intereses capitalistas más oscuros.

      Durante cuarenta años, las batallas de invasión comercial e ideológica, acompañadas de guerras de intervención transnacional, los Estados Unidos han estado muy ocupados en cumplir con las obligaciones que los dueños del capital les impusieron, dominar al mundo, someter a las naciones a los intereses comerciales y financieros de unos cuantos, situación que no les permitía atender cualquier desorden o intento de liberación por parte del pueblo mexicano, motivo por el cual, nuestro país quedó en el último lugar de la lista en la imposición del modelo neoliberal.

      Hoy en día, los mexicanos estamos viviendo y sintiendo en carne propia, las consecuencias del inicio de la segunda fase del modelo económico, en la cual, el desempleo es herramienta vital para establecer salarios de hambre, eliminación de prestaciones laborales y sociales, privatización de servicios elementales para la vida humana, sin que la población alcance a comprender y por lo mismo a reaccionar, contra los abusos y explotación desmedidos de los que somos objeto.

      Muchos se preguntan y no encuentran una respuesta apropiada para frenar y revertir los efectos de esta situación, sin embargo, la respuesta es sencilla, si queremos que las condiciones de vida mejoren debemos apostar a tener una mejor educación, una educación que desde el cimiento social de la respuesta a la satisfacción de las necesidades comunes, una educación que no esté sometida a los intereses extranjeros que impone un modelo económico al cual no le interesa el bienestar del pueblo, al que tan sólo le interesa apropiarse de la riqueza ajena, esa riqueza que la madre naturaleza le regaló a nuestro país, tanto en bienes naturales como en el valor de su gente.



      Pero para abundar en el tema, se requiere de mucho más espacio, motivo por el cual, esta es la primera parte de varias más, en las que seguiré compartiendo mi visión personal sobre estas condiciones que hoy nos preocupan. Hasta la próxima… (Críticas y comentarios, se reciben en larapeniche@hotmail.com).


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