Por: Jesús Díaz
En su lucha por conservar el poder
político, económico y social, los Partidos
tradicionales buscan por todos los medios ir en “Alianza” en los Comicios Federales del 2018 con grupos afines a su doctrina, cuyo objetivo principal
es derrotar al candidato incómodo de MORENA
que se perfila como el principal opositor de izquierda para llegar a la Presidencia de la República Mexicana.
El líder moral y fundador del partido
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA),
Andrés Manuel López Obrador, quien es señalado de estar en campaña permanente, es hasta el momento la
principal figura nacional que va a paso firme rumbo a los “Pinos”, dejando en
segundo término a los aspirantes priistas, panistas y perredistas.
MORENA es el partido que en los últimos dos
años viene aglutinando en todo el país a
un numeroso grupo de ciudadanos que simpatizan con la doctrina del líder moral
del Movimiento, por considerar que en los anteriores partidos no eran tomados
en cuenta, pero también, este partido está aglutinando a muchas lacras que no
pudieron lograr sus propósitos.
Esto lo sabe el PRI, PAN y el PRD, y aseguran que la salida de sus
filas de militantes distinguidos no pone en peligro su registro ni la
adjudicación de cargos a puestos de elección popular, por lo tanto, han
decidido unirse y formar dos frentes comunes para borrar de la historia a López Obrador, que se dice es su último
intento por buscar la candidatura a la presidencia de la república.
El PRI
por sí solo no podría lograr su permanencia en los “Pinos”, dada las malas
acciones y la poca credibilidad del gobierno de Enrique Peña Nieto, que con todo y sus buenos propósitos no ha
podido mejorar el nivel económico de los ciudadanos, por eso la sociedad en su
conjunto busca un “cambio” que le permita acceder a mejor
educación y salud para sus hijos, caminar en las calles sin el temor de ser
víctima de la delincuencia organizada y que el campo produzca más para comer
mejor.
El tricolor sabe que está perdido y la
única forma de permanecer para no perder su registro en algunos estados, es
unirse en alianza con los partidos que siempre lo han seguido, el PVEM y PANAL, pero para ello tendrán que ir por una candidatura externa
para asegurar el triunfo en las elecciones del 2018.
Para los analistas, José Antonio Meade Kuribreña, actual Secretario de Hacienda, es la
fórmula secreta para el PRI-PAN, ya
que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, fue también
Secretario de Hacienda y no es militante
de ningún partido político, solo simpatizante del tricolor, por lo que es la
persona idónea para darle continuidad al “Proyecto
PAN-PRI”, es la persona que podría hacerle frente a López Obrador en los Comicios del 2018, darle continuidad al modelo
neoliberal y la permanencia en el poder del “Grupo Atlacomulco”.
El factor “Meade” suena como la gran Alianza del PAN-PRI para evitar que MORENA
llegue fortalecido a las elecciones federales del 2018, no importando si para
esto se tenga que sacrificar a destacadas figuras políticas del PAN, PRI y PRD.
Asimismo, el otro candidato a la que le
apuestan estos dos principales partidos que han estado en el poder político
mexicano, resurgirá de una Alianza que sostenga el PAN y PRD para evitar
que el candidato incómodo de MORENA
triunfe en los comicios venideros.
Este segundo candidato surgirá del PAN y la terna la sostienen hasta el momento Rafael Moreno Valle, Margarita Zavala y Ricardo Anaya, éste último con mayores probabilidades de ser
postulado como candidato de la alianza para la Presidencia de la República.
Con estas dos opciones, les permitirá al PRI-PAN atacar por cualquier frente a Andrés Manuel López Obrador, y evitar
su triunfo durante las votaciones en las urnas electorales del próximo año, por considerar que de ganar
llevaría a México a una tiranía socialista e imperialista, como sucede en
Venezuela y Cuba, este último se libraron del cacicazgo de los “hermanos Castro” tras su muerte.
Pero también, con esta alianza se le podrá dar continuidad al
modelo neoliberal como lo viene haciendo el PRI desde la época salinista, lo continuó el PAN y ahora con Enrique Peña
Nieto, la pobreza extrema es cada vez mayor, porque el neoliberalismo sirve
a las clases sociales adineradas y empresariales establecidas, mientras que
dejan en el abandono a la clase obrera que es mal pagada.
Hoy en día observamos con tristeza que
en México hay más de 80 millones de
seres humanos que viven en pobreza extrema, donde el rico es cada vez más rico
y el pobre cada vez más pobre, que tiene que conformarse con las migajas que
recibe de los gobiernos en sus tres niveles, aunado a los malos y pésimos
programas sociales y de apoyo al campo para la productividad agropecuaria.
Esto sucede porque la economía se acumula
en unos cuantos ricos empresarios y políticos y no es distribuida como debe de
ser, entre la sociedad que a diario aclama por fuentes de empleo, un techo
donde dormir y un pedazo de comida para medio subsistir. Por eso se necesita un
cambio urgente.
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